A la impresionante desidia del Ministerio de Cultura, que hasta el momento, pasados ya dos meses del inicio de la cuarentena y con la tremenda crisis económica que pasa el sector cultura, no hace nada por las y los trabajadores del arte, sin contar con el genocidio indígena por falta de acceso al derecho a la salud de estas poblaciones, y el abandono del patrimonio histórico que está siendo invadido, se suma el impresionante gasto en un cantante que no ha tenido ninguna labor destacada ni ningún mérito dentro de su rubro, y al que nadie conocía hasta ahora: Richard Swing.

Swing, cuyo verdadero nombre es Richard Cisneros, ha realizado nueve trabajos menores para el Ministerio de Cultura que le valieron la astronómica suma de 175 mil soles en dos años, siendo su última contratación el 24 de abril, en plena cuarentena, cuando cobró 30 mil soles para dar charlas motivacionales a los empleados del Ministerio de Cultura. ¿Los motivó a algo? No. El Ministerio de Cultura sigue siendo un ente en crisis, sin capacidad de respuesta ante la debacle de quienes se dedican a la cultura en el país, como bien se explica en estos artículos.