Un macho peruano que se respeta no debe llorar y menos aún picarse, es decir, enojarse o enfadarse en un escenario de competencia. En ese sentido, llorar o picarse en el espacio público devalúa la hombría y te convierte en blanco de la puntería de la burla y la humillación entre varones.

Un ejemplo de competencia machista ocurrió entre dos exfutbolistas y, a la vez, conductores de programas de podcast con muchos seguidores en las redes sociales. Los protagonistas fueron Jefferson Farfán, del programa “Enfocados”, y Paco Bazán, del programa “Entre Palos”, quienes, en las últimas semanas, previas a la marcha del Día del Orgullo, han puesto en ejercicio el arte del sometimiento simbólico de la masculinidad del contrincante.

La primera piedra fue lanzada por “la foca” Jefferson Farfán, quien lanzó un conjunto de adjetivos descalificativos contra Paco Bazán, tildándolo de malo y mediocre como jugador y otras facetas de su vida:

Ya me harté y quiero que el público me diga cómo fue (Paco Bazán) como futbolista, ¡malo!, ¿como actor?, ¡malo!, ¿como conductor?, ¡remalo!”. 

Un valor agregado para la descalificación es la risa burlona y maliciosa con un alto grado de sarcasmo de Farfán. Finalizó su intento de humillación haciendo alusión al pasado de Bazán en un programa de competencias: “Yo nunca lo he visto en ese programa. ¿Qué?, ¿perdió también? ¿Lloró? Llorón, llorón, llorón”.

La respuesta de Bazán fue automática y defendió su honor patriarcal tirando la segunda piedra al renombrar el podcast de Farfán como “Encuernados”, para referirse a los cuernos o cachos que, en la jerga popular, están asociados a los hombres cuyas parejas les fueron infieles. Un hombre que es cornudo o cachudo es garantía de humillación y burla entre machos alfa lomo plateado. En esta situación, Bazán tomó al toro por las astas señalando:

Mira que estoy armando mi playlist… con estas canciones Torero, El Santo Cachón, Toro Mata, El Venado”. 

Luego del cuestionamiento a la masculinidad de Farfán en su calidad de víctima de una infidelidad, Bazán escribió un comentario en la cuenta de Enfocados: “Harto picante en ‘Encuernados’ con el superhéroe Capitán Descenso”, haciéndole recordar el fracaso deportivo de Farfán cuando fue parte del club Alianza Lima en el momento que descendió a la segunda división del fútbol peruano. 

La interrogante que surge es la siguiente: ¿Qué tipo de competencia enfrentaron a Jefferson Farfán y Paco Bazán para descalificar la hombría del adversario? La respuesta es la competencia por el “capital masculino”, que es una categoría desarrollada por Ernesto Vásquez del Águila (2014). El autor señala que el capital masculino proporciona a los hombres las habilidades “masculinas” y la competencia cultural necesarias para lograr la legitimidad y el reconocimiento social como hombres respetados. El capital masculino incluye la adquisición de ciertos modales masculinos, posturas corporales, destreza sexual, habilidad en deportes como el fútbol, y el control de sus emociones. Por consiguiente, la adquisición del capital masculino prepara a los hombres para mostrar virilidad y cumplir con las altas expectativas sociales de ellos en la sociedad.

En la competencia mediática desarrollada entre los conductores de podcast siempre trataron de descapitalizar la masculinidad del otro.  El capital masculino de Jefferson Farfán dirigió su ataque contra el conductor de “Entre Palos” calificándolo de mal jugador de fútbol y llorón.  En el caso del capital masculino de Paco Bazán, desarrolló su habilidad para cuestionar la hombría del conductor de “Enfocados” descalificándolo de cornudo y fracasado deportivo por el descenso de Alianza Lima. Los capitales masculinos en competencia no son ajenos a la masculinidad tóxica, porque se legitima la práctica de la burla y humillación pública en una contienda entre machos peruanos que se respetan.

Para finalizar, si bien la competencia entre capitales masculinos entre los conductores de podcast reseñados líneas arriba puede quedar como parte de la historia superficial de la farándula limeña, no hay que disminuir su impacto mediático y en redes sociales. La dinámica discursiva entre Farfán y Bazán coadyuvó a la reproducción de la jerarquía del sistema de género, porque se fomentan modelos de masculinidad bajo la consigna “si te picas, pierdes tu hombría”.       

Bibliografía

Vásquez, E (2014). “Masculine Capital, Homophobia and Homorotism“. En A, Amadeo y Valerio (Eds). Hermes: Liking Networks to Fight Sexual Gender Sttigma. Naples: Liguori Ediotore, pp. 9 – 23. Consultado el 2 de junio de 2024.