El Estado peruano, a través del ministro de Justicia, Vicente Zevallos, ofreció disculpas públicas a la joven a la que hace 18 años se le negó el acceso al aborto terapéutico para salvar su vida y preservar su salud física y mental, y cuyo caso se conoció a nivel nacional e internacional como K.L.

“Que esta sea oportunidad para dirigirme a KL, ciudadana peruana. Y me permito a nombre del Estado que represento, expresarle disculpas públicas por un Estado renuente a cumplir sus responsabilidades, por no actuar, por no defenderte, ayer niña y hoy mujer. ¿Cuántas más KL vamos a permitir? Que no quede solo en palabras, ni en mensaje, sino que signifique un cambio en las políticas públicas, que despierte en corazones y conciencias actitudes de vida; que signifique comprometernos con niñas, adolescentes y mujeres, que no signifique burocracia, ni en los pasillos de la norma, ni corrernos de las responsabilidades. Los derechos humanos de las mujeres no pueden quedar pendientes”, señaló el ministro Vicente Zevallos en la ceremonia por la ‘Semana de los derechos humanos de las mujeres’ anticipándose al 8 de marzo ‘Día Internacional de las Mujeres’.

En su discurso, el ministro solicitó a la ministra de Salud, Zulema Tomás, que revise el impacto y el nivel de implementación de la Guía Técnica para la atención del aborto terapéutico.

KL se mostró contenta con las disculpas públicas, aunque -puntualizó- que ellas no significan el cierre de su caso.

“Estoy contenta con las disculpas públicas del Estado, pero no significan el cierre de mi caso. Las disculpas deben trasladarse a la implementación del protocolo del aborto terapéutico en todos los hospitales del país, para que no se vuelva a ocasionar daños a las mujeres”, señaló.

El Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer (DEMUS), que brinda asesoría legal y psicológica a K.L., precisa que la decisión del Estado peruano de ofrecer disculpas públicas a KL, se da 15 años después de que el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas decidiera fallar en contra del Estado y obligar a que el país encontrara formas para evitar que otras personas tuvieran que sufrir los mismos abusos que K.L.

EL CASO

En el 2001, a los 17 años, KL quedó embarazada y su médico le avisó que el feto era anancefálico, que no viviría al nacer, y recomendó un aborto terapéutico que le fue negado por el director del Hospital Nacional Arzobispo Loayza.

Tres semanas después de la fecha del parto, KL dio a luz a un bebé anancefálico al que fue forzada a amamantar por cuatro días, hasta que el bebé murió, lo provocó que KL entrara en un estado de depresión. El embarazo puso en riesgo la vida de KL al comprometer su salud física y psicológica. Fue una clara violación a los estándares internacionales que prohíben la violencia contra las mujeres y constituían tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte de funcionarios públicos.

El caso de KL fue resuelto en 2005 por el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el Comité estableció que la negación al aborto solicitado por KL era una violación al Pacto de Derechos Civiles y Políticos. Solo en 2014, Perú aprobó el protocolo de aborto terapéutico.

María Ysabel Cedano, directora de DEMUS dijo: “Pedirle disculpas a KL es una reparación simbólica que restaura el vínculo con el Estado que se quebró cuando los operadores de justicia y salud le negaron su derecho a un aborto terapéutico, reconociendo públicamente que se puso en riesgo y afectó su vida y su salud. El Estado debe garantizar que nunca más se niegue el servicio público al aborto terapéutico. Pedir disculpas y perdón no es olvidar lo qué pasó, negarlo, sentir pena o compasión. Es asumir responsabilidad y comprometerse a que nunca más se repita la vulneración. Es tratar con dignidad a KL y a todas las mujeres que requieren un aborto terapéutico”.

DEMUS recuerda que Perú sigue incumpliendo con sus obligaciones internacionales para garantizar los derechos reproductivos de las mujeres. En la Semana de los Derechos Humanos de Perú enfatizan también que los derechos reproductivos son derechos humanos.