En menos de una semana se han registrado cuatro feminicidios. Los lugares en donde fueron asesinadas son Tacna, Junín, Ayacucho y Puno. Las cuatro mujeres tenían precarias condiciones económicas, dos de ellas habían presentado denuncias contra sus futuros asesinos, una de ellas tenía medidas de protección, tres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, una por un amigo, y ocho niños han quedado huérfanos de madre.
Clorinda Laura Bonifacio
Clorinda tenía 49 años, dos hijas menores de edad y vivía en Tacna. Estaba casada con Calixto Charaña Chambilla (54), quien la mató a golpes el 1 de enero de 2019, luego de verla con un vecino a quien fue a saludar por Año Nuevo. Clorinda se había separado de Maraño luego de 30 años de matrimonio y lo había denunciado por violencia familiar en la comisaría, pero no le dieron las medidas de protección necesarias, el trámite nunca llegó a buen término, Maraña fue más rápido que el gobierno peruano.
El feminicida está en prisión preventivamente por nueve meses ha pedido de la Fiscalía de turno, pero deja tras de sí haber truncado el proyecto de vida de una mujer que lo amó y a dos niñas en abandono parental y estatal, que no recibirán ningún soporte económico, lo que disminuirá aún más su calidad de vida y limitará el futuro de ambas.
Lizbeth Daniela Torres Recuay
Lizbeth Torres tenía 23 años y acababa de terminar sus estudios de Enfermería en Huancayo. Su madre y su hermana tenían grandes expectativas sobre su futuro, sobre las posibilidades de mejorar la economía familiar luego de la inversión en sus estudios, en todo lo que terminó truncando Ricardo Chávez Torres, quien la llamó el 1 de enero, día que desapareció, fue asesinada el 2 y su cuerpo encontrado el día siguiente, en el cuarto de un mercado de la ciudad con profundos cortes en el vientre y brazos, y con un cuchillo en la mano para que pareciera un suicidio.
Chávez Torres es hermano del dueño del mercado y trabajaba como vigilante en el mismo lugar, su relación con Lizbeth había terminado en junio pasado, pero él no aceptó que le diera fin. Ahora se encuentra no habido. Sus familiares siguen exigiendo su búsqueda para lograr justicia para Lizbeth.
Magdalena Soaña Mamani
Magdalena tenía 29 años y tres hijos. El sábado 5 de enero ella fue a una discoteca con Luis Antonio Chambilla Oquendo (24) y Néstor Leandro Mamani Acarati (28). Luego de la salida sus padres le perdieron el rastro. El domingo, Mamani dio aviso a la policía de que había un cadáver en su casa, era el cuerpo de Magdalena, quien había sido golpeada brutalmente con un bloque de cemento. Según Mamani, él se fue a dormir y dejó a Magdalena con Chambilla, quien la habría matado.
Magdalena trabajaba como cobradora de combi en Puno y con esa labor mantenía a sus tres pequeños, que ahora huérfanos pasan a vivir con sus ancianos padres, a quien Magdalena también apoyaba económicamente.
Roxana Maribel Mendoza
Roxana tenía 23 años, tres hijos y vivía en Ayacucho. Su cadáver fue encontrado ahorcado con un cable el 7 de enero en su casa, por el grado de descomposición del cuerpo habría fallecido tres días antes. Su asesino, Yoel Jaime Parhuana Ayala, padre de dos de los niños, había huido llevándoselos. Aún no es capturado por la policía.
Parhuana había sido denunciado por agresión en la policía y en el CEM, y tenía medidas preventivas de protección, lamentablemente las condiciones económicas de Roxana imposibilitaban que se pudiera alejar del hombre que le quitaría la vida posteriormente. Mantener a tres niños sin ningún apoyo del Estado no es fácil y muchas mujeres se ven obligadas a seguir con hombres que las violentan para poder alimentar a los hijos.
El dato
El gobierno peruano ha declarado el 2019 el “Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad” a pesar de que hubieron muchos pedidos de que sea el Año contra la corrupción y la violencia de género, dos problemas estructurales urgentes que seguimos lamentando.