Hace unos días tuvimos el honor de presenciar cómo un grupo de alumnxs organizadxs con el fin de hacer respetar sus derechos estudiantiles, tomaron su centro de estudios como medida de protesta. Este ejemplo de lucha estudiantil fue la toma de la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) durante el 17 y 21 de setiembre de este año.
Aunque resulte interesante explicar de forma detallada el desarrollo del movimiento estudiantil en la UNMSM durante los últimos años y cómo ha sabido organizarse, a tal punto de llegar a juntar a un alcalde, una ministra y a un rector por más de 11 horas consensuando un pliego de seis reclamos; el tema que nos atañe ahora es el protagonismo que han tenido las dirigentes sanmarquinas durante estos días de lucha.
Como mencionó Alfredo Bryce Echenique, unx al ingresar a San Marcos, ingresa realmente al Perú. La Decana de América resulta ser una especie de microcosmo de la realidad peruana, y en esto tampoco es ajeno la falta de representatividad femenina. Tanto así que unos meses observamos cómo en nuestro extinto Congreso se discutió y aprobó la paridad y alternancia en torno a la reforma política.
Durante años han sido los hombres quienes han tenido la batuta en el movimiento estudiantil de San Marcos, era usual ver que la persona que encabece la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM) fuera hombre, las tres últimas juntas directivas(JD) –exceptuando la actual– fueron así, la última JD tuvo mayoría masculina, de los 11 cargos que esta presenta, solo dos fueron ocupados por mujeres.
¿Acaso las mujeres en San Marcos son menos que el 20%? Por supuesto que no, es necesaria una verdadera representación que refleje que las mujeres somos la mitad, por lo que resulta relevante la paridad al momento de elaborar las listas en los procesos electorales dentro de San Marcos.
A pesar de todo, en esta última semana hemos observado cómo han sido mujeres quienes han liderado de gran forma la protesta durante estos casi 5 días; y no solo hago referencia a las representantes de junta transitoria de la FUSM, quienes representaban a toda la comunidad estudiantil ante la prensa, sino también a aquellas que protegían las puertas de Ciudad Universitaria, y a las que estaban en los exteriores y motivaban a lxs estudiantes que formaban la cadena humana.
Estas circunstancias nos han demostrado cuán grande puede llegar a ser el movimiento estudiantil cuando mujeres y hombres trabajan de la mano por un mismo fin, y que también las sanmarquinas están preparadas, hace mucho tiempo, para enfrentarse a las autoridades corruptas y hacerle frente al Gobierno con el único propósito de hacer valer sus derechos.