El Observatorio de Medios, iniciativa de Calandria y del CONCORTV junto al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables realizaron la presentación del estudio: “Tratamiento informativo de los casos de feminicidio en la prensa y TV-monitoreo con enfoque de género”.

La presentación contó con la participación de la viceministra del Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables (MIMP), María Pía Molero Mesia, Luis Puentes del Barrio, de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Cristina Colmenares, de Pan para el Mundo (BROT) y Marisol Castañeda, presidenta e investigadora de a A.C.S. Calandria. Para la parte de comentarios y reflexiones participaron: Martín Jaime Ballero, investigador especialista, Miriam Larco, secretaria técnica del Consejo Consultivo de Radio y Televisión (CONCORTV) y Zuliana Láinez, presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas.

El evento se realizó el 17 de marzo e inició con la exposición de los principales resultados del estudio, a cargo de Marisol Castañeda, presidenta e investigadora de la A.C.S. Calandria, quien presentó algunos de los principales resultados del estudio. Castañeda mostró las cifras de violencia contra la mujer y mencionó que los medios tienen cinco roles fundamentales antes esta problemática: 1) Crear un clima de opinión favorable, 2) Informar y orientar a la ciudadanía sobre esta problemática, 3) Contribuir a construir una agenda pública inclusiva, 4) Interpelar la cultura permisiva (estereotipos y machismo) y 5) Legitimar el feminicidio como un problema social.

Sobre los resultados, Castañeda resaltó que el estudio presenta dos enfoques: el enfoque de género y el de calidad informativa, respecto al enfoque de género, enfatizó que si bien un valorable avance es que en la prensa (100%) y la televisión (88.57%) se usa el término de feminicidio lo que todavía queda por trabajar es que los medios expliquen el tema asociando este concepto a las relaciones de poder y de subordinación. Señaló también, que la mayoría de noticias se asocian a tipos de violencia (75%) y que existe una ausencia de contextualización y de enfoque de políticas públicas, pues el tratamiento no aborda el rol del Estado y la fiscalización y seguimiento de políticas. Resaltó también que, tanto el 92% de las noticias en prensa como el 80% en la televisión, no presentan servicios de atención para personas que pueden ser sobrevivientes de violencia de género e indicó la poca presencia en las noticias del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

Respecto al enfoque de calidad informativa, Castañeda mencionó que en la prensa (73.40%) y en la televisión (85.24%) se suele usar mayoritariamente como formato por excelencia la nota informativa lo que no permite la profundización de la problemática y destacó la ausencia de datos y estadística en las noticias. Además, remarcó que tanto la prensa (57.14%) como la televisión (64.76%) suele tener una actitud reactiva frente a los hechos y mínimamente utiliza un enfoque preventivo que implica asumir el feminicidio como la etapa final de un ciclo de violencia.

Luego de expuestos los resultados, intervino la participación de Martin Jaime Ballero, investigador especialista, quien reflexionó sobre el tema de la representatividad y la subjetividad en este tipo de noticias. Sobre la representatividad señaló que la noticia siempre es un dispositivo psicosocial que muestra la capacidad que tienen los medios para construir la manera en que las personas pueden ver las cosas en particular la problemática del feminicidio, estas representaciones, indica, alejan en muchas ocasiones la realidad del feminicidio e incapacitan a la audiencia para hacer frente a esta realidad. Ballero, mencionó que el estudio permite ver un conjunto de elementos comunes como la relación de la víctima y el victimario donde el agresor es construido como un ser violento, como un ser no responsable de sus actos debido a un conjunto de temáticas como el alcohol y los celos, además destaca que si bien hay un uso más limitado del lenguaje sexista al parecer hay una forma más simulada de seguir perpetuando este lenguaje ya no con una expresión explícita sino más bien con una construcción más naturalizada.

El investigador remarcó también que al momento de construir una noticia los medios insisten en construirla desde la superficie, es decir, no se profundiza en la problemática se aleja el tema de fondo, por ello no es casual que se privilegie al agresor frente a la víctima. Respecto a la subjetividad, indicó que en muchas investigaciones se deja de lado el papel de la subjetivación, es decir, el papel de la agencia se olvida. Destacó que es importante el análisis de cómo las personas asumen estos significantes que los medios de comunicación producen, señaló que los medios de comunicación tienen el deber de construir la capacidad de permitir que las personas desarrollen agencias para enfrentar esta problemática.

Después siguió la participación de Miriam Larco, secretaria técnica del CONCORTV, quien remarcó que el estudio es una evidencia de que todavía los medios son una estructura de violencia donde se reproducen estereotipos y comportamientos violentos, donde se presenta una violencia insensible e invisible donde existen privilegios injusticias y todo esto se da a través de los discursos e imágenes que se presentan en los medios. Señaló que todavía se ve la reacción de los medios sobre los hechos consumados y la poca capacidad de cumplir con los marcos normativos y con el compromiso a la ciudadanía. Larco, enfatizó que si bien el estudio muestra evidencia también plantea rutas sobre lo que esperamos de los medios de comunicación, indicó que es importante que los medios identifiquen la violencia de género no como un problema privado sino como un problema social, que cumplan con los acuerdos, con las políticas públicas y con sus códigos de ética, además, señaló que es necesario que al construir una noticia se tenga conocimientos, se incluyan diversas fuentes y se contraste la información correctamente.

Larco, enfatizó que no todo es malo pues existen avances, el término feminicidio aparece en las noticias y eso es positivo ya que, señala, en el año 2012 solo se encontraba en un 7.7% de los titulares ahora aumenta a un 94.9%, además la naturalización de la violencia ha decrecido a un 14% y la justificación de la violencia ha disminuido en un 7.5%. Finalizó enfatizando el reconocimiento del Ministerio de transportes y comunicaciones y el Ministerio de la mujer y poblaciones vulnerables como instituciones que vigilan y fiscalizan los contenidos, asimismo, remarcó que es importante reflexionar en la ley pues esta permite la reflexión, la comparación y es una herramienta de transformación.

Finalmente, se contó con las reflexiones de Zuliana Láinez, presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas, quien habló de la necesidad de articular una audiencia mucho más crítica y la necesidad de que desde la educación básica exista un resorte importante de alfabetización mediática pero no solo una alfabetización en desinformación sino también que incluya temáticas y enfoques para determinadas coberturas. Láinez, resaltó la importancia del avance de los medios, pero también interpela el papel de las universidades en incluir en sus mallas curriculares enfoques que ayuden a analizar estas problemáticas, señaló que actualmente las universidades no forman a sus estudiantes en enfoque de género y enfoque de derechos y eso luego es visto en la praxis periodística, indicó que no puede un periodista esperar a culminar una carrera para recién formarse en estos temas.

Además, Láinez remarcó que, si bien en postgrado existen trabajos investigativos con estas temáticas como la violencia de género, hace falta poner el foco en pre grado para que los estudiantes se especialicen desde las aulas en diferentes temáticas que requieren un especial tratamiento. Concluyó indicando que las universidades tienen una gran responsabilidad en la actualización de sus mallas curriculares, pues señala que quizá la mala cobertura a estos temas no se deba a la mala fe de periodistas sino a la falta de conocimiento.