Escriben: Obstetra Seiry Delgado Abad y Bach. Derecho Jrisanti Delgado Abad.

El 27 de abril del 2006, el Estado peruano creó la Línea 100 teniendo como antecedente al servicio Ayuda Amiga, que nace en 1996 con la línea 0800-16-800, creada por la Comisión Permanente de los Derechos de la Mujer, que entonces pertenecía al Ministerio de Justicia. En 2001, Ayuda Amiga es asumida por el Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual como un servicio especializado de orientación a personas afectadas por hechos de violencia familiar y/o sexual, pero es en 2008 que se fusionan ambas líneas dando como resultado la Línea 100.

La Línea 100 es un servicio gratuito para casos de violencia familiar y sexual, que atiende las 24 horas, que es confidencial y anónimo, y de fácil acceso desde cualquier teléfono fijo, público o celular. La cobertura es nacional y está a cargo de profesionales que te escuchan, aconsejan y coordinan.

¿Por qué es importante que las cajamarquinas conozcan La Línea 100? Porque en Cajamarca, según el reporte del Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, se registraron 3622 casos de violencia contra las mujeres e integrantes del grupo familiar, 3 feminicidios y 14 tentativas en 2018. Y de enero a mayo del 2019, se registraron 1626 casos, tres de los cuales terminaron en feminicidios. Así también, en la Comisaría de Familia de Cajamarca, de enero a julio del 2019 se han atendido 1556 casos, “lo que quiere decir que solo en esta comisaría se presentan más de 7 denuncias al día”[1].

La Línea 100, con el paso de los años, se ha convertido en salvadora de vidas gracias a su eficacia. Según sus propios registros[2], los casos con mayor incidencia que reciben son de violencia física, violencia psicológica y violencia sexual. El equipo de profesionales que trabaja en este servicio, al responder una llamada, registra a la usuaria, identifica el riesgo y realiza intermediación telefónica interinstitucional (con Serenazgo, Bomberos, Policía, Fiscalía, Juzgados u otros) o intrainstitucional (con Centros de Emergencia Mujer y otros servicio que ofrece el mismo Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables). Finamente, se hace un acompañamiento y cierre del caso.

En Cajamarca, pese a la cuarentena, los casos de violencia contra la mujer no han desaparecido, en este mes de mayo, el acoso sexual de una adolescente en la provincia de Celendín cometido por un policía, el feminicidio de Rosalía Jara a manos de su conviviente, quien luego se suicidó en la provincia de Jaén, y la agresión salvaje contra María Hortencia Rojas Zamora en Hualgayoc, hace reflexionar e incidir en que las cajamarquinas deben conocer La Línea 100.

Se debe precisar que la violencia contra la mujer[3] constituye un obstáculo para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz; una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales, e impide total o parcialmente a la mujer gozar de dichos derechos y libertades; una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su contra por parte del hombre e impedido el adelanto pleno de ellas, y es la violencia contra la mujer uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto del hombre.

Por lo que si te encuentras en esta situación, mujer cajamarquina, no dudes en marcar el 100 desde tu teléfono.


[1] Defensoría del Pueblo, 2019, Nota de Prensa Nº 273 Para erradicar la violencia contra la mujer.

[2] Vizcarra Cárdenas, Óscar y otros, 2019, Llamadas que salvan vidas, voces que generan esperanza.

[3] ONU, 1994, Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.