El actor Sergio Galliani realizó un video en Tik Tok en donde copiaba un monólogo que se había hecho viral hace un tiempo en Argentina y generó una catarata de protestas por la forma en que intentaba deslegitimar el lenguaje inclusivo usando como excusa el desinterés por otras luchas sociales, colocándose en una posición de superioridad moral como si él fuera el adalid de las otras agendas, lo que, como todxs lxs que conocen su carrera, no es cierto.
Diversas personas, en las mismas redes, le explicaron la necesidad y legitimidad de usar el lenguaje inclusivo al actor que de pronto, como buen boomer, ha pasado a ocupar un lugar en la categoría de “viejo lesbiano”, en donde están otros de sus compañeros televisivos como Christian Meier y Paco Bazán, o cantantes como Pedro Suárez Vértiz, populares por sus opiniones conservadoras o reaccionarias.
Incluso Andrea Burga, joven activista y mujer con discapacidad, se dio el trabajo de explicarle por qué lo que estaba haciendo no era ayudar a nadie en un excelente hilo de Twitter:
Pero tal vez la que mejor ha expresado lo que hace el lenguaje inclusivo en homofóbicos y machistas es la educadora Naidi Bello. Aquí le dejamos su explicación:
“El lenguaje incluyente no es para hacer sentir cómoda a la gente, es para torcerles la lengua, para que se muerdan la lengua, para que se incomoden, tal vez no sea un lenguaje incluyente sino un lenguaje impertinente, insistente, divergente, indigente. Un lenguaje impronunciable, sólo para hacerles sentir en la lengua lo duro que es no ser pronunciable, respetable, asimilable, sólo un pase en la lengua, una adormecida, un toque que promete molestar. No un lenguaje inclusivo, lenguaje incisivo. No es para incluir hombres y mujeres, la X es desbarajuste, rabia, malapronuncia, desafuero, exigencia. La X no es un encaje, es un desencaje. Sufran”.
Y aquí otro video para que sigan sufriendo: