Tres mujeres fueron asesinadas empezando julio en Huancayo, Andahuaylas y Lima, que ya suman 90 feminicidios en lo que va del año.
La primera víctima de la insania machista fue Shelvi Geraldine Deza, de 19 años. Ella fue reportada como desaparecida el 2 de julio en la ciudad de La Merced (Huancayo) y fue encontrada muerta y de cúbito ventral en un descampado ubicado en un sector alejado de Yunca Baja, Huayrapata.
Las primeras pesquisas señalan que fue envenenada y se planteó un posible suicidio, pero la familia descarta que eso haya ocurrido y señalan a su expareja como el posible feminicida de la joven. La joven tenía un bebé de 8 meses que queda en la orfandad.
El segundo feminicidio ocurrió el día 4 de julio en Huancayo (La Merced). Jessenia Rosmery Ramos Pérez, de 24 años de edad, y madre de tres hijos de 8, 6 y 1 año, fue llevada al hospital por su pareja Franklin Bartolomé Meza, en donde falleció. Según Meza, él encontró a su esposa tirada en el baño inconsciente y desnuda, y a su lado instrumentos para realizarse un aborto.
La necropsia reveló que la causa de muerte era un edema cerebral, edema pulmonar, congestión multivisceral, asfixia mecánica por presión externa (estrangulamiento) y policontusión, por lo que Meza fue capturado y se le está investigando.
Katherine Eloísa Rivas Córdova, de 29 años y madre de dos hijos, fue asesinada por su medio hermano Joseph Rivas Rimachi (20), luego de regresar de una fiesta en donde estuvieron bebiendo. Rivas la violó y luego la asfixió en la madrugada del 7 de julio en su casa en La Victoria (Lima). El cadáver fue encontrado por el esposo de la occisa, quien dio aviso a las autoridades. Rivas fue capturado.