El 5 de marzo, en el marco de la Semana de los Derechos Humanos de las Mujeres, el Estado peruano reconocía a diversas mujeres que luchan por mejorar las condiciones de vida de una de las poblaciones más vulnerabilizadas.

En ese sentido, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Vicente Zeballos, junto al congresista Gino Costa reconocieron a la activista trans Miluska Luzquiños Tafur, directora de Trans Organización Feminista por los Derechos Humanos de las personas Trans, y una de las promotoras del proyecto de ley de identidad de género, que en la actualidad se encuentra en las comisiones parlamentarias de Mujer y Familia, y Constitución y Reglamento.

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Es la primera vez que el Estado peruano reconoce a una mujer trans, por lo que este hecho se convierte en un hito histórico para la comunidad de personas trans de nuestro país.

La activista señaló hace poco en una entrevista a la web Presentes cuáles son las demandas de la comunidad trans al Estado y por qué parará y marchará este 8 de marzo:

“Este 8 de marzo, en lo personal, paro y marcho por el derecho a ser feliz, derecho que se nos ha negado históricamente al no tener una ley de identidad de género que nos reconozca como personas trans en el Perú. Marcho también por el acceso laboral, por el acceso a la salud integral, ya tenemos una norma técnica para terapia hormonal de mujeres trans implementada en un 50%. El Estado ha comprado las hormonas, las tiene listas para su distribución, pero estamos alerta porque no ha capacitado a los endocrinólogos para que puedan acompañar el proceso de feminización. A la vez no podemos hablar ni siquiera de salud primaria para las mujeres trans que viven bajo la línea de la pobreza. Ahí hay que resaltar el tema de la pobreza porque algunas no nacen pobres, sino que las familias les imponen la pobreza cuando afirman su identidad de género o comienzan su transición. Aquí hablamos de dos pobrezas: la pobreza nata, la que nace pobre y tiene que estar en situación de calle, en trabajo sexual, en violencia, y la que no nace pobre, la que transita a los 17, a los 26 o a los 50 años con una familia. Como organización marchamos para fortalecer los liderazgos porque creemos que las mujeres trans necesitan fortalecer sus bases, necesitan escuchar de más feminismo, necesitan hablar de sororidad, necesitan reconocer nuevos liderazgos”.

 

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