Brenda Venegas Ayquipa (52) fue asesinada en su peluquería ubicada en la tercera cuadra de la Av. Lima en San Juan de Lurigancho. Su cuerpo presentaba signos de tortura, estaba golpeada y maniatada de pies y manos, y había sido ahorcada con un cable en su habitación del tercer piso en donde funcionaba su local.

El crimen habría sido cometido por el ciudadano venezolano Iván Alexander Timaná Ángel (23), quien era la pareja de Brenda desde hacía un año, y con el que había terminado en febrero, pero con el que mantenía contacto por una deuda que tenía con ella. Según testigos, este la tenía amenazada, y desde el sábado 1 de agosto, día que Brenda dejó de dar señales de vida a sus familiares, se encuentra no habido.

Violencia institucional

Este transfeminicidio se suma a los cometidos contra Angie Mimbella del Águila (28) el 9 de febrero en Villa El Salvador (Lima) y Cristal Romero Mattos (52) el 11 de julio en Trujillo. Hasta el momento, ninguno de estos casos ha sido resuelto, por lo que se constituye en un abandono institucional que deja en la impunidad la violencia que viven las mujeres trans en el Perú.

Tres asesinadas este año eran mujeres que se dedicaban al estilismo y una de ellas al trabajo sexual, labores a las que son orilladas por la incapacidad del Estado para generar calidad de vida a las infancias trans, que les dé herramientas para acceder a mayores niveles educativos.

De esta forma, las mujeres trans no solo no acceden a educación, salud, vivienda y trabajo, y son violentadas continuamente por la sociedad, también la ausencia de leyes que reconozcan su identidad y que les den garantías frente a las violencias las convierta en personas con alta vulnerabilidad y en constante riesgo. El 2019 se registraron 20 crímenes de odio contra personas LGTBIQ+.

Los medios de comunicación

De forma lamentable, la mayoría de medios de comunicación que cubrieron el transfeminicido de Brenda Ayquipa la nombraron en masculino y con el nombre que ella había rechazado hace muchos años, demostrando falta de sensibilización e ignorancia sobre el tratamiento periodístico que se debe dar a los casos en donde estén involucradas personas LGTBIQ+.