Clarisa Navas gana el premio GIO a mejor película LGTBIQ+
El Festival de Cine de Lima PUCP trajo seis películas con temática LGTBIQ+ en su 24° edición, esta vez virtual por la pandemia, pero que multiplicó su número de espectadores a cerca de 12 mil, logrando descentralizar el festival y que llegara a todxs lxs peruanxs. En esta ocasión, la revista dedicada a la cultura LGTBIQ+, Crónicas de la Diversidad, decidió entregar los Premios Gio a las películas que visibilizaran las vidas LGTBIQ+ y que estuvieran comprometidas con cambios de fondo en sociedades homolesbobitransfóbicas.
El jurado estuvo presidido por Verónica Ferrari y lxs críticxs de cine Luis Vélez, Terina Flores, Juan Carlos Ungarellu y Héctor Turco, quienes decidieron, por unanimidad, que el premio Gio a mejor película se lo llevaba “Las mil y una” de Clarisa Navas, “por ser una película que nos muestra la vida queer en un sentido real, contextualizado en un barrio marginal sudamericano. Un coming on age contemporáneo que marcará la tendencia generacional de cuestionar el sistema binario teniendo un abanico de personajes secundarios que exploran su sexualidad. Por ser un film que no se centra en lo romántico de una relación lésbica, si no que se preocupa en las sensaciones y en la relación como tal, que trata de redescubrir formas y de deconstruir, desde lo personal, estereotipos heteronormativos. Una película que mantiene la naturalidad lo máximo posible trasladándola en sus locaciones que son los monoblocks donde la directora creció, que son una especie de laberinto de espacios donde encontramos nostalgia, deseos, amor así como abuso y violencia. Una película que en lo técnico sobresale también, jugando con una composición intimista y asfixiante al aproximar los cuerpos hacia la cámara y llenarla de estos por completo”.
La película viene precedida por ganar los premios Teddy en el Festival de Berlín y el Sebastiane en el Festival de San Sebastián, y da cuenta de las resistencias adolescentes en los barrios pobres de América Latina, frente a las diversas dificultades estructurales que hacen sus vidas imposibles de vivir, y cómo el amor, el afecto y la amistad pueden dar esperanzas en contextos hostiles en donde parece que todo está perdido.
Lxs otrxs premiados fueron:
Mejor dirección
Natalia Imery por Dopamina, “por un control de la colocación de la cámara y la puesta en escena para hablar desde la honestidad acerca de su relación con sus padres, sus posturas políticas y sus relaciones personales. Por ser protagonista y directora a la vez, estableciendo con mucha delicadeza los espacios y las actividades que realiza con cada uno de los personajes. Por entablar un ensayo autorreferencial con voz en off sobre material de archivo, pero a la vez agregarle animaciones y diálogos importantes que generan coherencia e integridad en el relato”.
Mejor guion
Clarisa Navas por “Las Mil y Una”, “por integrar de manera muy orgánica temas como el descubrimiento de la identidad sexual, el deseo en plena ebullición de la adolescencia, la estigmatización que rodea a las enfermedades de transmisión sexual, los rumores y prejuicios que señalan a todos aquellos que no entran en los moldes tradicionales. Además, los diálogos desprenden una gran naturalidad y espontaneidad para mostrar los lazos de complicidad en un grupo de personajes que viven y exploran su sexualidad en los márgenes de la sociedad”.
Mejor interpretación
Sofía Palomino, por “Emilia”, de César Sodero, “por la construcción de un personaje en situación de búsqueda, por dar vida y alma a una joven mujer que tras la ruptura con su novia retorna al pueblo de un pasado no mejor que el presente. Desde cada ligera mirada y palabra en voz baja, hasta cada exigencia corporal, la actuación de la protagonista, siempre presente, juega en favor de la representación de un estado de desorientación liminal, una afirmación del deseo y la exploración hacia una anhelada paz personal”.
Aquí les dejamos el evento de premiación: