Hace poco nos enteramos de un nuevo feminicidio, uno más en la larga lista de violencia de género que viven las mujeres, y más perturbador aún porque se trata del feminicidio de una niña en situación de pobreza, de una niña que se dedicaba a vender gelatina en las calles para ayudar a su familia a sobrevivir, una niña de 10 años, una niña llamada Kelly.
La prensa se encarga de difundir información relevante y necesaria para que la población, la opinión pública, pueda estar enterada y reflexionar, analizar y decidir sus acciones sobre la base de esa información que la prensa brinda.
Cuando ese objetivo es distorsionado, la prensa no está cumpliendo su labor de informar, lo que hace es contribuir al imaginario de violencia que recubren estas situaciones, con fines subalternos.
¿Cuál es el fin de poner la necropsia de Kelly y narrar su sufrimiento? ¿Qué de noticioso tiene? ¿Para qué la población necesita conocer cada detalle de lo que ella vivió? Lo que intenta hacer el morbo en estas noticias es generar que más gente se sienta atraída a leerla a través del lado sensacionalista del caso. Cuando se trata de violencia, y sobre todo de violencia de género, lo que se hace es insensibilizar a la gente, volverla inmune a estos casos, adormecerla a la espera de otro caso más espeluznante, más violento, más salvaje.
El Trome es el diario más vendido del Perú, llega a una gran masa de peruanos que suele leer únicamente ese periódico en todo el día, y todos los días publica historias de violencia, porque la violencia es pan de cada día en nuestra sociedad, por eso tiene una responsabilidad inmensa en lo que difunde.
Cruzar cotidianamente los peores charcos de la ciudad para recoger lo que sucede y contarlo insensibiliza, cruzar la delgada línea entre un periodismo que informa y otro que lucra con el dolor es fácil y peligroso, solo se necesita insensibilidad y ganas de lucrar con la vida ajena. Eso es lo que está haciendo este periódico al darnos con lujo de detalles la violencia que vivió una niña, cuando no es información ni necesaria ni relevante, cuando no contribuye a conocer mejor el caso o cómo se está resolviendo, cuando solo genera que el dolor de alguien se vuelva en comidilla de detalles perturbadores.
Publicar estas noticias es profundamente incorrecto y no solo perjudica el ejercicio del periodismo, sino que también contribuye a cargar de más violencia nuestras vidas.