Marisa Glave y el resto de bancadas, excepto la fujimorista y la aprista, presentaron una moción de censura contra el presidente del Congreso de la República, Daniel Salaverry.

Esto se presentó el jueves en la tarde después que Salaverry tramitara el proyecto de ley para beneficiar a Alberto Fujimori y permitiera que pase a debate sin pasar por las comisiones correspondientes. Incurriendo así “en prácticas autoritarias y contrarias al Reglamento del Congreso”.

Como declaró Glave: “El señor Salaverry ha festinado trámites y eso es una causal para decirle que no puede seguir sentado como presidente del Parlamento, y que no podemos permitir que así funcione este poder del Estado. El fujimorismo tiene suficiente fuerza acá”.

Irregularidades

Inicialmente Fuerza Popular, el Apra y Peruanos por el Kambio firmaron para aceptar la exoneración para que pase directamente a debate en el Pleno. Sin embargo, esta última bancada decidió retirar su firma.

Extrañamente luego apareció la firma de Richard Acuña por el APP pese a que se encuentra de viaje. Lo  que prueba que el presidente del Congreso habría transgredido la regularidad de los trámites.

A lo que Salaverry aseguró que son falsas esas acusaciones: “La mesa directiva ha presentado un acuerdo de portavoces, firmado por 3 bancadas: por APP, Apra y FP. El día de hoy en la mañana, el vocero alterno firmó este documento virtual y luego de firmar este acuerdo, viajó y algunos congresistas han insinuado que se habría falsificado la firma de Acuña”.

Acusación

El documento considera grave la aprobación del proyecto de ley y acusa a Salaverry de incurrir “en prácticas autoritarias y contrarias al Reglamento del Congreso. La moción también incluye a los demás miembros de la Mesa Directiva, Leyla Chihuán, Segundo Tapia y Yeni Vilcatoma.

 

 

Como anunció la congresista del Nuevo Perú, Marisa Glave,

El Presidente tiene que observar. Es un asco de norma. Una crueldad con gente que si espera algunas comodidades para morir en su casa. Pero esto es un mamarracho que no cumple ningùn estándar humanitario. Pèsimo Daniel Salaverry. Esto es, otra vez, un abuso de poder.