Todo sea por salvar a Alan García. La comisión Lava Jato, presidida por Rosa Bartra,  debatió los informes finales respecto a las irregularidades en los proyectos Línea 1 del Metro, Rutas de Lima y Línea Amarilla, con resultados poco coherentes de acuerdo a las pruebas existentes.

Como si fuera una alianza, los congresistas de Fuerza Popular (FP), Rosa Bartra y Karina Beteta, quienes integran la comisión, se pusieron de acuerdo en votar a favor de Alan García  para que no sea acusado.

Asimismo, el parlamentario Mauricio Mulder se unió a los votos fujimoristas que terminaron por blindar al líder aprista.

Al parecer, la mayoría de votos estaría sesgado a proteger a uno de los expresidentes más corruptos del país, debido a que en el segundo gobierno de Alan García, la constructora Odebrecht pagó US$8 millones en coimas.

Pese a las evidencias presentadas en la investigación, y al pedido explícito en el documento que recomendaba acusarlo constitucionalmente y por delitos, García salió inmune de la comisión Lava Jato del Congreso.

Por otro lado, otros dos legisladores parte de la comisión, estuvieron en contra de la decisión final. Gilbert Violeta (PpK) solicitó que el exmandatario sea investigado por asociación ilícita, mientras que Víctor Andrés García Belaunde (Acción Popular) pidió que sea por enriquecimiento ilícito y colusión.

Sin embargo, ambas propuestas fueron denegadas por obvias razones fujiapristas.

Más congresistas en desacuerdo

Lo que se ve no se pregunta. Más parlamentarios se encuentran en desacuerdo con la alianza entre el partido fujimorista y el aprista. Entre ellos, Yonhy Lescano, quien mencionó que no creyó en la imparcialidad de las labores por parte de los integrantes de la Comisión Lava Jato.

“No se puede ser juez y parte en un proceso de investigación, donde existen pruebas suficientes en contra de estos personajes. Ellos están jugando de manera conjunta a favor de sus intereses partidarios, hay un blindaje mutuo”, afirmó.

El congresista Humberto Morales, vicepresidente de la Comisión Lava Jato, mencionó que existen pruebas suficientes para que Alan García sea investigado. Sin embargo, el exmandatario continuó en condición de invitado hasta la presentación del informe final.

Cabe recordar que en el segundo gobierno de García, recibió pagos de coimas y aportes de US$ 200 mil para su campaña presidencial en 2006 por parte de Odebrecht.