Zoraida Ávalos remitió a la Junta Nacional de Justicia la denuncia contra el fiscal supremo Pedro Chávarry por el deslacrado ilegal de su oficina, el 5 de enero del 2019, junto con un pedido de atención urgente a su destitución de quien es sindicado como uno de los cabecillas de la organización delincuencial “Los cuellos blancos del puerto”.

Esta denuncia ya había sido presentada antes al Congreso que fue disuelto por, entre otras razones, blindar a los miembros más poderosos de “los cuellos blancos”: Pedro Chávarry y César Hinostroza, siendo la bancada aprofujimorista la que intentaba que no se investigara a Hinostroza y que Chávarry continúe como Fiscal de la Nación.

A Chávarry la Fiscalía lo acusa de los siguientes delitos: atentado contra la conservación e identidad de objeto, encubrimiento real y encubrimiento personal agravado en grado de tentativa.

Para poder destituir a un fiscal supremo se necesita del acuerdo de la Junta de Fiscales Supremos, en donde el sindicado por corrupción tiene actualmente mayoría, por lo que Ávalos ha optado por la JNJ, con el fin de que este ente evalúe proceda según sus atribuciones, quedando en las manos de sus miembros la posibilidad de que Chávarry por fin se aleje del sistema de justicia peruano.