Venganza naranja. El coronel PNP Harvey Colchado, jefe de la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac), fue el punto de mira de los fujimoristas luego de detener a su líder, la ahora política en situación de carcelería, Keiko Fujimori. Así lo revela un chat de WhatsApp de Fuerza Popular.
Fueron los exgenerales Marco Miyashiro y Octavio Salazar, junto a los excongresistas Luz Salgado, Úrsula Letona y Ángel Neyra, quienes complotaron para perjudicar a Colchado y lograr su baja gracias a sus contactos con las fuerzas policiales.
Los fujimoristas buscaban de esta forma desarticular la DIVIAC, que trabaja de la mano con la Fiscalía para detener a pesos pesados de la criminalidad, como Alan García y Keiko Fujimori, y sus asesores Ana Herz y Pier Figari.
Entre las acciones de hostigamiento contra Colchado estuvo la citación al Congreso en donde fue maltratado por los excongresistas Jorge del Castillo y Carlos Tubino. Así también, trataron de incriminarlo en una red de chuponeo, sin ninguna prueba.
A pesar de todo ello, el ministro del Interior, Carlos Morán, lo mantuvo en su cargo.