Ni las denuncias de corrupción en el caso del salvataje a su hermana jueza acusada de pertenecer a una organización criminal, ni las pruebas de corrupción de su madre, alcaldesa y luego congresista, ni la forma cuestionable en la que llegó a tener un puesto tan alto, ni su propia actuación en las denuncias de corrupción contra Pedro Castillo, jugando a favor de la ultraderecha, la hicieron tambalear, pero tal vez un asunto meramente académico lo podría hacer: ¿en dónde está su tesis?

Ni siquiera en la misma universidad en donde hizo los cursos de titulación tienen las tesis. En un último comunicado que sacó la Universidad Alas Peruanas, una universidad que apenas apareció hizo alianzas con un sinfin de instituciones, entre ellas la Policía y el Ministerio Público, para titular a diestra y siniestra, la tienen. Según esa casa de “estudios”, antes de 2014 no era obligatorio tener un repositorio de tesis, por lo que no les importó guardarlas para el futuro.

Esto dice mucho de para qué se creó esta universidad que le da tan poco valor a las tesis de sus alumnos, que no las guarda. Las tesis sirven para reflexionar, analizar y sacar conclusiones sobre diversas problemáticas de la humanidad, estas son revisadas por los estudiosos que se especializan en los temas particulares que desarrollan, cuando nadie las revisa, ni las usa, ni las debate, ni las alimenta con nueva información, estas no han servido para nada, mucho menos cuando desaparecen sin que nadie se halla enterado de su existencia y solo hayan servido para engordar un currículum para ganar algún puesto. La utilización más mediocre e instrumental de una herramienta de conocimiento.

Según la congresista Susel Paredes, que se ha convertido en la piedra en el zapato de una fiscal que parecía intocable, la tesis o no existe o es muy mala, y por eso la negativa del Ministerio Público de entregarla, que sería una enorme muestra de transparencia, pues, en teoría, no hay nada peligroso en revelar el contenido de una tesis, si existiera.

La Sunedu sí tiene registrados, por lo menos, los nombres de sus tesis, la de maestría se titula “La pensión de alimentos según la nueva legislación civil en el Perú”, sustentada en julio de 2008, y la de doctorado se llama “El principio de oportunidad en la investigación preliminar y su aplicación en los delitos de lesiones culposas”, sustentada en diciembre de 2009.