Escribe Indira Rodríguez Paredes

El día de hoy escribo esto porque ya no puedo más con tanta injusticia, dolor, impotencia y rabia. Hoy escribo esto porque estoy HARTA de sentir que estamos en la peor crisis política que el Perú ha pasado; y que estoy viviendo en carne propia toda la persecución, represión y abusos hacia mí y mi familia. Nunca había tenido tanto miedo en mi vida. Ya había pasado por todo lo brutal de las marchas, por los heridos, por las bombas, pero esto para mí ha sido mil veces peor. El miedo me paralizó por momentos en estas dos semanas, pero debo hablar.

Quiero DENUNCIAR PÚBLICAMENTE que el día 2 de diciembre, en el llamado mediáticamente como Operativo Olimpo, 23 efectivos de la PNP a las 3 am irrumpieron en mi domicilio destruyendo todas y cada una de las puertas, haciendo uso de una violencia extrema, mientras que yo me encontraba durmiendo en el primer piso. Por la situación tan violenta, creí que eran ladrones y puse resistencia con todas mis fuerzas y empujé la segunda puerta, la cual ellos terminaron de reventar con las combas, cayéndome al suelo y siendo inmediatamente APUNTADA con metralletas por dos policías. En total eran 12 policías en el primer piso acorralándome. Seguí en mis intentos de resistir, me seguían apuntando y me aplastaron contra la pared, intentando hacer que me voltee para que me enmarroquen como si fuera delincuente. No salía de mi estado de shock, estaba nublada, empecé a llorar, solo recuerdo que gritaba con todas mis fuerzas para pedir ayuda a los vecinos. Los policías se pusieron a gritar, me insultaban y seguían tirando las combas al segundo piso donde se encontraba mi hermano durmiendo, y otros se dirigían al tercer piso donde está ya el techo. No entendía lo que estaba ocurriendo. Luego de toda esa represión recién pude pensar y grité “¡Fiscal, Fiscal!” un montón de veces que ya no recuerdo, solo así pudo entrar la Fiscal, después de media hora de haber roto todas las puertas de mi casa; y en medio de mi estado de shock pude preguntar qué estaba pasando en mi domicilio. No me dijo nada. Nos llevaron al segundo piso y nos sentaron a los dos, a mi hermano y a mí, mientras nos rodeaban 15 policías.

Gritaban, todo estaba en caos. Recién después de mucho insistir me informaron que estaban buscando a mi mamá para detenerla, le pregunté por qué hechos y nunca me dijeron nada. Yo no entendí qué estaba ocurriendo. Me obligaron a estar presente en el allanamiento. Habían destruido mi hogar sin informarme de qué se trataba todo hasta horas después, y encima pusieron en el parte policial que no colaboré. Me obligaron a ir a los cuartos y a presenciar todo el allanamiento cuando yo no quería. Se me vino a la cabeza toda la cólera que sentía por la represión de las marchas y les gritaba que eran unos malditos asesinos.

Me amenazaron diciendo que “ya sabemos que tú has ido a las marchas y eres dirigente en tu universidad ¿Crees que no sabemos? Ya sabemos”. Yo tenía miedo. No pude responder. Me hicieron sentir como que había hecho algo malo y que debía ocultarlo, dije “no he ido, no he ido a las marchas” y me sentía confundida. Estuvieron desde las 3 de la mañana hasta las 7 rebuscando toda mi casa. Nos quitaron el celular a los dos, solo me permitieron tomar agua porque ya no podía más con mi cabeza.

Lo que se llevaron fue la laptop de mi mamá, celulares antiguos que pertenecían a mi hermano y a mí, una tablet antigua de mi hermano y la foto del Che Guevara que compramos en un viaje a Cuba. Todo eso, dijeron, que calificaba como elementos de convicción para sindicar a mi mamá de “izquierdista terrorista”.

Luego de todo ese evento, los siguientes días estuve con pastillas porque había tenido un shock post traumático. Después de unos días, al intentar buscar información sobre el caso, supe de un montón de atrocidades, como que hay 20 estudiantes detenidos, o incluso que hubo una madre que fue detenida y llevada a la carceleta con su bebé de 8 meses en brazos.

Y NADIE DICE NADA. A mí me han cancelado 3 abogados y recién he podido contar con una defensa legal desde hace 2 días. Son pocas las personas que han sido valientes y se han pronunciado al respecto, muy pocas. A los demás: ¿Por qué no lo hacen? No entiendo cómo no pueden ver la clara vulneración de derechos humanos en todo esto. ¿Dónde está la Defensoría, la Coordinadora de Derechos Humanos como instituciones? ¿Dónde están los abogados que ya se han titulado, amigos y compañeros míos de la Facultad para que puedan apoyar a los estudiantes?

La FUSM es el único gremio universitario en Lima que viene coordinando y solidarizándose sobre el caso. También hay grupos de arte que conozco y asociaciones de músicos populares de ENSAD.

Y de toda la clase política, la única que se ha pronunciado es Marité Bustamante. Nadie de toda la izquierda activista ha dicho algo, quizá porque no sabían, pero ahora, hoy, después de dos semanas de haber vivido eso, tengo varias cosas que decir y plantear en frío:

Lo que ha sucedido es una completa FARSA. Este Operativo Olimpo ha sido una cortina de humo para que la PNP se pueda limpiar la cara de todas las ATROCIDADES que han hecho en las marchas en las que hemos participado. Intentan sindicar a 93 personas por un delito tan grave y terrible como terrorismo. Palabra que debe ser utilizada muy delicadamente porque el “terruqueo” está haciendo que persigan y metan presos a gente, reabriendo temas dolorosos como país, creando miedo y psicosociales por delitos que no se han cometido. Están usando a la Fiscalía y nuestro derecho penal como herramienta de persecución política y eso es inconstitucional.

Mi madre es administradora de profesión, y por su vocación también fue gestora cultural, ha trabajado mucho tiempo como realizadora de eventos, ha trabajado y tenido amistad con artistas, muralistas, actores, músicos y cantantes populares. Muchos de estos artistas y ella misma son personas de izquierda. Si bien puedo discrepar con ella en varias cosas, en otras no: Me enseñó el amor a mi país, a su cultura, a no quedarme callada ante las injusticias y a poder ser agente de cambio siempre en completa paz; y quienes me conocen lo saben, jamás he tenido actitudes fuera de ley.

Hasta el día de hoy el celular de mi hermano y el mío están intervenidos, dos carros que jamás hemos visto están afuera de mi casa varios días, como si fuéramos unos criminales. Me siguen, me toman fotos. Mi madre está siendo perseguida y nosotros, sus hijos y familiares, también y estoy YA HARTA.

Temo al escribir esto, pero tengo más indignación que miedo. Me he paralizado en estos días, pero ya no más. Hoy la Fiscalía ha pedido 18 MESES, DIECIOCHO MESES DE PRISIÓN PREVENTIVA para las 93 personas, así, en bloque, sin que la fiscalía estudie caso por caso de manera justa, como se supone que deben hacer.

Hoy me siento vulnerable. Por ello, a todos y todas mis compañeras, amigos, y a quienes me han conocido en algún momento, y saben la clase de persona que soy, pido su ayuda para visibilizar esto. Siempre he intentado al menos aportar a situaciones que no son justas, siento dolores colectivos como míos, pero hoy no puedo con todo, ahora pido su apoyo en esto. A hablar de esto, a visibilizarlo, a analizar y a criticar. A repensar, en general como país, hasta qué limites se puede llegar con restringir derechos como la libertad de pensamiento y de expresión criminalizando así. Sé que habrá quienes me den la espalda, y a pesar de que puedan estigmatizarme también, esto me parece valiente. Es necesario, por mí.

En este proceso, de a pocos, ya no me he sentido sola. Conocí a Nina Humala y a Gonzalo Lissia Alcázar, quienes han sido mi soporte, a quienes les agradezco profundamente y quienes también están siendo perseguidos, tanto ellos como sus familiares (papá y abuela respectivamente) sindicándolos también del mismo delito. Hoy responsabilizo a la PNP y al Estado peruano de todo lo que pueda pasar conmigo y mi familia. Y también voy a proceder como corresponde en la vía legal esperando también que el juez actúe acorde a las leyes peruanas y no se preste a esta farsa.

Nadie merece pasar 18 meses en un penal simplemente para limpiarle la cara a una institución como la PNP.

Fiscalía que ha pedido prisión preventiva: Tercera Fiscalía Penal Supraprovincial de Lima.

Fiscal: Jhonny Soto.

Juez que analizará el caso en las 48 horas: Rafael Martinez

Juzgado Penal Supraprovincial Transitorio contra el Crimen Organizado.

Pido a Marisa Glave, Indira Huilca, Daniel Olivares, Mirtha Vásquez, Rocío Silva Santisteban Manrique, Alberto de Belaunde que se pronuncien. Pido a Cnddhh Perú y Defensoría del Pueblo Perú que puedan tomar acciones.

POR FAVOR, amigxs de derecho, quienes quieran apoyar a este caso como su defensa, por favor escríbanme aquí para articular con Federación Universitaria de San Marcos – FUSM y pido a Federación de Estudiantes de la PUCP – FEPUC y a todos los gremios estudiantiles que se pronuncien y apoyen a nuestros compañeros/as detenidos de UNMSM que son más de 20 desde hace 15 días.