En la columna aparecida el día de ayer en Diario La República, la líder del Nuevo Perú, Verónika Mendoza, sostuvo que el gobierno de Martín Vizcarra es “débil y continuista”, y que no ha marcado “un quiebre” con el gobierno anterior de Pedro Pablo Kuczynski, marcado por la corrupción y el lobby empresarial, y con una mayoría congresal que gobierna fácticamente. 

Como señala Mendoza, Vizcarra no ha logrado encaminar la tarea histórica que tenía en sus manos a través de reformas profundas en diversos ámbitos, entre ellas, la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, la reactivación de la economía, y la reforma electoral que controle el dinero ilícito. 

Por lo que le recomendó dar un “giro de timón” para evitar seguir deslegitimando la institucionalidad y la democracia, que tan difícil ha sido conseguir desde que cayó la dictadura fujimontesinista.

“Necesitamos encauzar esta crisis iniciando una transición que nos permita recuperar la democracia de manos de las mafias y lobbies para ponerla al servicio de la gente. Eso implica, entre otras cosas, una reforma electoral integral, para ponerle fin a este círculo vicioso en el que negocios legales o ilegales financian partidos y campañas para luego cobrársela con leyes a medida, obras a dedo o impunidades. Es tiempo de abrir y democratizar la política con nuevas voces y sectores hoy excluidos. Nunca más un Congreso como este lleno de corruptos, lobistas y narcos. Ya sea que ocurran en un año (porque este Congreso no da más) o en tres, necesitamos nuevas elecciones de verdad, para renovar la política”, puntualizó.

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