Rainer Herrada Mamani, joven trabajador de la empresa Luz del Sur, fue golpeado varias veces por Patricio Montenegro Doig, dueño de la casa a la que se le estaba cortando la electricidad por tener una deuda y una conexión ilegal, el 13 de enero en el cruce de General Córdova con Quiñones, en el distrito de Miraflores.

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El trabajador estaba realizando su trabajo cuando Montenegro se acercó a él violentamente, lo empuja contra la pared, lo tira al suelo y cuando se levanta le tira un manotazo en la cara, todo mientras es insultado por el furibundo sujeto que se encontraba sin mascarilla.

Montenegro es profesor de surf para niños y tiene una concesión en Lima Marina Club. No son novedad este tipo de actos de personas de clases sociales altas, que con total impunidad golpean, amenazan, atemorizan o insultan a quienes consideran inferiores a ellos, que pueden ser trabajadores, mujeres (caso Cilloniz) o cualquier población en situación de vulnerabilidad. Lo hacen porque saben que nada les pasará, pueden acumular denuncias en comisarías sin que se actúe en su contra, ni una multa ni una sanción ni nada.

Según Luz del Sur, correrán con los gastos del proceso penal contra Montenegro Doig pese a no tener vínculo legal directo, pues Herrada Mamani trabaja como tercero en una de las formas que tienen las empresas para recortar derechos laborales a sus empleados.