La celebración de la graduación de los estudiantes de la Universidad Siglo 21 de Córdoba (Argentina) iba viento en popa hasta que al graduado de Comercio Internacional, Tomás Vidal, se le ocurrió hacerse el gracioso burlándose de los feminicidios en su país.

Él fue a su graduación disfrazado de “víctima de feminicidio”, envuelto en una mortaja, con un letrero que decía “la culpa no era mía”, con un pañuelo verde en el cuello y jalado del cuello con una soga, banalizando la violencia contra las mujeres y burlándose de las víctimas.

La imagen puede contener: una persona, sonriendo, de pie

Luego del rechazo generado por tan lamentable actitud, las autoridades de la universidad le abrieron un proceso sumario decidieron que el alumno deberá rehacer su tesis y cursar un seminario de género en la institución.

El caso también se judicializó, el fiscal Ernesto de Aragón comenzó a seguir la causa para analizar si imputa a Vidal por ​”apología del delito”.