Zoraida es una señora colombiana de casi 70 años que ha tenido una vida sufrida, con un esposo abusivo, que aprendió a leer y escribir gracias a que su pequeño hijo aprovechaba los descuidos de su padre para enseñarle. Javier, su hijo, ahora ya adulto, después de que su madre se recuperara de una terrible operación, y de la muerte trágica de unos de sus nietos, decidió coger sus ahorros, comprando pasajes en avión ida y vuelta en Viva Air para traerla de vacaciones a Perú y cumplir su sueño de conocer Machu Picchu.
Llegaron a Perú el 13 de marzo de este año y a los tres días se declaró la cuarentena total. Quedaron encerrados en casa de una amiga que los acogió en Lima, Zoraida tuvo un desgarro, además sufre de la presión y tiroides, a medida que fueron pasando los días también su estabilidad emocional se fue quebrando, sufriendo ataques de ansiedad y llanto.
Avianca y Viva Air se declararon en quiebra, así que no responden por los pasajes que dejaron de cumplir. Las medicinas de Zoraida se acabaron, el dinero que tenían planeado gastar se acabó, tocaron las puertas del Consulado de Colombia en Perú, y en vez de atenderlos y darles una solución, fueron maltratados, lo que llevó a Javier a denunciarlos con la Defensoría del Pueblo de Colombia. Sin dinero, en otro país, Javier y su madre Zoraida están apelando a la humanidad y solidaridad del Perú, ya que parece de eso carece la diplomacia de Colombia en Perú.
Pero ellos no son el único caso, también esta Eny, que está embarazada y que ganó una acción de tutela en Colombia exigiendo ser repatriada con su esposo, con el que se encontraba realizando unas gestiones personales en Perú. Fue maltratada por el Consulado de Colombia, enojados por exigir y cautelar sus derechos, de su esposo y del bebé que está por venir.
Otro caso de una mujer embarazada, cuyo embarazo se ha complicado, es el de Andrea, cuyo esposo es chef y vino a realizar un curso de gastronomía al Perú, el cual se vio interrumpido, y ellos varados.
Jhaz, rapera colombiana varada en Cusco, ha recibido el mismo trato, hasta le contestaron que pida a su familia en Colombia, porque Western Union está funcionando.
Muchos compatriotas están regresando a pie hacia Colombia, con bebés en brazos, solo se están quedando aquellos que por condiciones médicas y vulnerabilidad no pueden realizar tan peligrosa travesía. Por esta razón decidieron ir al Consulado a protestar, pero las oficinas están cerradas, solo está el vigilante y decidieron ir a la Embajada, donde terminaron golpeados por la Policía.
La representación de Colombia en suelo peruano dice que está gestionando vuelos humanitarios, pero que no son tales porque tienen un costo de alrededor de 340 a 450 dólares, sin reconocer los pasajes de vuelta en las empresas que fueron cancelados. Cuando reclaman que no tienen más dinero, les indican que llamen a sus familias en Colombia para que les consigan el dinero. Parece ser que estos funcionarios desconocen que en esta pandemia, el movimiento de dinero internacional entre ciudadanos de a pie es muy oneroso y difícil.
Colombianos en el Exterior SOS está conformado por los familiares de todos los colombianos que se han quedados varados a su suerte alrededor del mundo. Desde Colombia están presionando a la Cancillería colombiana, pidiendo empatía, solidaridad y humanidad, cuya carencia se ve reflejada en sus representaciones en los diferentes países, como el Consulado de Colombia en Perú.