D’Alessio simboliza el punto más bajo en el que ha caído el sector educativo
Escribe: Víctor Vich
Fernando D’Alessio es la persona que hoy simboliza el punto más bajo en el que ha caído el sector educativo en el país. Su nominación es un golpe tan duro como el propio golpe de estado. Solo a una clase política degradada puede ocurrírsele nombrar a un personaje así para liderar un sector decisivo para el Perú de hoy mismo, hacia el Perú del mañana. Este no es un gabinete ultraconservador: es un gabinete fascista. Y este es el gobierno de una mafia que ya ha comenzado a actuar.
Debo contar que pocas veces he visto a alguien tan bárbaro como D’Alessio. En la universidad donde trabajo, casi todos los directores de maestrías y doctorados sentíamos absoluta vergüenza cada vez que este señor se aparecía en las reuniones para monopolizar la conversación afirmando barbaridades y performando arrogancias de muy mal gusto. “¿Y este mounstrito de dónde salió?” fue lo que me preguntó una eminente catedrática mientras que D’Alessio producía el discurso más elemental que alguna vez hemos escuchado en el campus. La verdad es que no se cómo lo sacaron: ¿Lo sacaron?
La crisis que hoy vivimos da cuenta de un modelo económico y político agotado. La corrupción se ha vuelto un problema cultural que refiere a un tipo de socialización que solo educa para el puro interés individual. La cantaleta (el embutido ya crudo) de emprendedurismo, libre mercado, técnicas de coaching y mafias de grandes amigotes debe llegar a su fin. La educación peruana debe retomar caminos destinados a formar ciudadanos responsables frente al bien común y conscientes del valor de lo público. Sin eso no hay futuro. Sin eso, solo habrá más barbarie. Hoy, más que nunca, necesitamos regresar a una perspectiva humanista donde la filosofía, la historia y todas las artes (despreciadas por no ser “rentables”) ocupen un primer plano.
La educación no puede continuar en manos de negociantes mercachifles, de grupos liderados por bancos y, menos aún, de mafias corruptas. Hoy las distintas organizaciones educativas deben volver a manifestarse. Hoy debemos proponer una nueva estrategia de lucha. La desobediencia civil se hace urgente. Los profesores del Perú sentimos que la designación de D’Alessio es un insulto a nuestro trabajo y a todos los ciudadanos de este país.