Olivia Arévalo Lomas, defensora de derechos culturales y ambientales, fue hallada muerta de cinco balazos en su comunidad ‘Victoria, Gracia’, a unos veinte minutos de Yarinacocha, Provincia de Coronel Portillo, en Ucayali.
La maestra de 81 años fue sorprendida cobardemente por unos desconocidos que abrieron fuego acabando con su vida. Organizaciones, Coshicox y Feconau, demandan que el Estado investigue y se haga justicia. Asimismo, solicitaron se proteja a sus líderes y pueblos quienes enfrentan constantes amenazas.
La muerte de Olivia Arévalo se suma a la lista de defensores y defensoras de los derechos de los pueblos indígenas que, en estos últimos años, sufren la persecución y asesinato no solo en nuestro país, sino en toda Latinoamérica.
La veterana defensora de derechos era interprete de íkaros; cantos propios del universo cultural shipibo-konibo-xetebo, que en junio 2016 fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación.
El Ministerio de Cultura remarcó que los íkaros son expresión de la relación íntima y armoniosa con la naturaleza; relación que se establece sobre la base de aprender de ella, cuidarla, escucharla y respetarla.