La condena más alta que hay recibido un cura en la historia de México, 63 años de cárcel para Carlos López Valdez (74), sacerdote de la Parroquia San Agustín de las Cuevas en Tlalpan.

Carlos López

López llevaba más de un año preso en el Reclusorio Oriente por abusar de Jesús Romero, quien en tiempos del abuso sexual al que era sometido por el cura era su monaguillo. Romero se atrevió a denunciarlo hace diez años antes, en julio de 2007, y por fin encuentra justicia. Lo acusó de pederastia y corrupción de menores, y contó que en 1994 comenzó todo. Jesús abandonó la parroquia a los 20 años y le costó 5 años más poder denunciar.

Jesús Romero

Hoy asegura sentirse contento por la sentencia contra su agresor, pero su camino no fue fácil. El obispo Marcelino Hernández señaló que solo eran “tocamientos” porque “la Virgen de Guadalupe protege a los sacerdotes mexicanos para evitar la violación”. Hubo una serie de dilaciones en el proceso que lo hicieron más penoso y complejo para la víctima. Sus abogados denunciaron a varios obispos que protegieron a López, entre ellos Nolberto Rivera, ex Arzobispo Primado de la México, quien nunca entregó el expediente al Tribunal Eclesiástico. El expediente contiene 800 fotografías que son testimonio de los abusos que cometía con los niños y adolescentes.

En 2016, el cura fue detenido en el distrito de Morelos en donde seguía oficiando misa a pesar de habérsele prohibido desde 2011. El 2013 el Papa Francisco le envió una carta a Jesús pidiéndole perdón, pero para Jesús no es suficiente. El juez ordenó una reparación civil por 75 mil pesos, por lo que Jesús buscará una reparación del daño por parte de la iglesia. Además exigirá unas disculpas públicas del procurador Rodolfo Ríos por haberse tardado diez años en resolver su caso.

El cura López no solo violaba niños, también manejaba una red de pornografía infantil. Puede leer más de este caso aquí.