En el Perú, 131 personas que sobrevivieron a la tuberculosis están al borde de la muerte desde hace dos años. El 2015 se descontinuaron las operaciones al tórax que eran necesarias para que los pacientes que presentan uno o los dos pulmones dañados por esta enfermedad, pudieran tener posibilidades de sobrevivir. Desde ese año hasta ahora han muerto tres pacientes en espera de una operación que nunca llega. Una promesa olvidada por la exministra García y por el exministro D’Alessio.

Es por ello que diversas organizaciones de personas afectadas por la tuberculosis enviaron una carta abierta al presidente Pedro Pablo Kuczynski para que tome cartas en el asunto y no condene a la muerte a estos sobrevivientes. En un país que se precia de su riqueza y su crecimiento económico, que cada cierto tiempo ve inaugurarse nuevos malls y tiendas de lujo, más de 30 mil peruanos contraen TBC al año, una enfermedad profundamente ligada a la pobreza. Esta cifra nos coloca en el segundo puesto con incidencia de TBC en América, solo debajos de Haití, y en el primer puesto con el mayor número de pacientes con TBC extremadamente resistente, la forma más grave, letal y cara de la enfermedad: 700 casos en la actualidad.

Vivir y morir con TBC

Hay tres tipos de TBC: la sensible, que se puede curar con un tratamiento de siete a ocho meses, la multidrogoresistente (MDR), en donde el tratamiento puede durar de un año y medio a dos, y la extremadamente resistente (XDR), de tratamiento muy complicado.

El gasto de un paciente con TBC puede ir de los 700  a los 10 mil dólares en el transcurso de su enfermedad, gasto que se cruza con el tratamiento que necesita la toma de más de 20 pastillas diarias, tres veces a la semana, lo que suele tomarle una mañana entera en el establecimiento de salud, perjudicando sus posibilidades laborales y encadenándolo aún más a la pobreza que le originó la enfermedad, lo que dificulta la adherencia, el tratamiento psicológico y el acompañamiento de los operadores de salud, y por ende, escapar de la enfermedad.

Las operaciones de tórax

Estas operaciones están indicadas para ciertos casos de TBC (MDR/XDR), los cuales, para mejorar la tasa de curación y sobrevida se hacen indispensables y urgentes, complementadas con un tratamiento farmacológico. Hasta hace dos años estas operaciones se venían haciendo en la Clínica Stella Maris y en el Hospital Hipólito Unanue, pero se descontinuaron y se olvidaron de atender nuevamente estos casos a pesar de las promesas de los ministros de Salud. No existe en la actualidad un plan de contingencia ni contratación de especialistas que atiendan estas emergencias médicas, no hay ninguna sala implementada en los hospitales del Estado para atender estas operaciones, lo único que hay son promesas sin cumplir.

Violación del derecho a la salud

En los dos años que han pasado sin que el Estado implemente y acondicione las salas de los hospitales para las operaciones de tórax, se ha atentado contra el cuerpo, la vida y la salud de ciudadanos y ciudadanas peruanas vulnerando su derecho a la salud y la vida. Es así que el Estado se ha mostrado indolente frente a la población afectada, y no ha garantizado ni protegido sus derechos a una atención de salud con calidad, accesible, disponible y aceptable.

El Estado peruano está siendo irresponsable con las personas afectadas por TBC que requieren estas operaciones, al no mostrar hasta el momento voluntad política para enfrentar y solucionar esta problemática, alargando su sufrimiento y poniendo en riesgo la vida de todos ellos.

Carta abierta a PPK para operaciones al tórax

El informe de la Contraloría

Este informe desnuda las ineficiencias de la Estrategia Sanitaria de Prevención y Control de la Tuberculosis que ha implementado el Ministerio de Salud. La Auditoría de Desempeño de la Contraloría se desarrolló utilizando una muestra representativa de 17 establecimientos de salud, pertenecientes a las cuatro Direcciones de Redes Integradas de Salud: Lima Norte, Lima Este, Lima Centro y Lima Sur. El periodo evaluado fue del 1 de enero al 31 de diciembre de 2016.

Las principales recomendaciones de este informe fueron:

  • Implementar medidas para incrementar la identificación de sintomáticos respiratorios (quienes presentan tos con flema por más de 15 días) en los diferentes establecimientos de salud, optimizando de esta manera la detección temprana de la TBC, debido a que, según la auditoría realizada, las redes de salud no alcanzaron la meta de captación del 5%, de acuerdo a la Norma Técnica de Salud.
  • Evaluar e implementar acciones para la adecuada prueba que detecta la presencia del bacilo de la tuberculosis (baciloscopia), específicamente en la toma de muestra, almacenamiento, transporte y procesamiento, debido a que se evidenció que el 19% de los pacientes sintomáticos respiratorios (4,158), no contó con las dos pruebas requeridas. Asimismo, las pruebas de diagnóstico (sensibilidad rápida) no fueron oportunas, toda vez que en promedio demoraron 18 días hasta la obtención del resultado, siendo el tiempo establecido de tres días.
  • Formular planes de capacitación para el personal de la Dirección de Prevención y Control de tuberculosis y las Direcciones de Redes Integradas de Salud, a fin de fortalecer las competencias para el adecuado desarrollo de las estrategias sanitarias.
  • Programar, ejecutar y evaluar la asignación de presupuesto para movilidad local que garantice el seguimiento y monitoreo de los pacientes.
  • Implementar indicadores operacionales que permitan evaluar el cumplimiento de todos los controles para los contactos de personas afectadas por TBC, debido a que se evidenció que de los 1,269 contactos censados, el 22% no contó con el primer control, 75% no se les realizó el segundo control, y el 91% no se les realizó los tres controles.
  • Implementar medidas para iniciar y culminar la terapia preventiva contra la tuberculosis con el fármaco isoniacida en niños menores de 5 años, debido a que se evidenció que los 17 establecimientos de salud no alcanzaron la meta del 100% programada.

El día de ayer, 8 de febrero, el ministro de Salud, Abel Salinas, se comprometió a cumplir las promesas que los anteriores ministros no cumplieron, pero los activistas del derecho a la salud son escépticos, ya les han mentido demasiado tiempo y dos años son demasiado para seguir soportándolo.

Carlos Rojas, miembro de la Coalición TB de Las Américas, una de las organizaciones que se articula en la Red Nacional de Organizaciones de Personas Afectadas de Tuberculosis, quienes mandaron la Carta Abierta al Presidente, señala “que esto es solo una muestra del olvido, la indolencia e indiferencia ante problemas sociales que al final tienen como causa estructural a la inequidad y pobreza. Más del 90% de las personas afectadas de Tuberculosis en el Perú son pobres”.

El problema está identificado, incluso los territorios en donde prevalece la enfermedad, solo se necesita una decisión política para resolverlo, una decisión que tenga como prioridad atender a los más pobres y erradicar la pobreza como se intenta erradicar la TBC.