El 18 de setiembre, el diario Perú21 sacó una nota informativa titulada “Los infiltrados del Movadef manchan las protestas en San Marcos” señalando justamente eso: que el Movadef (organización pro amnistía de los miembros de Sendero Luminoso) había participado en la toma de San Marcos.

En la nota, firmada por el periodista Oscar M. Quispe, se acusa a cuatro estudiantes de San Marcos de pertenecer a las filas del Movadef: Eliot Flores, Bryan Franco, Adrián López y Miguel Malpica. Y muestra una captura de un informe de Inteligencia de la policía en donde se hace referencia a ellos en actividades ligadas al Movadef.

La imagen puede contener: texto

Frente a estas acusaciones, uno de los estudiantes desmintió rotundamente al medio de comunicación por su falta de profundidad en la investigación, recién haber hablado con él después de que comentara en el fanpage del diario, y por difamarlo.

Según el diario, era difícil comunicarse con los estudiantes. “Este diario buscó a los estudiantes mencionados, pero fue difícil pues protegían su identidad bajo un pasamontañas”. Pues los hubiera buscado en Facebook, les salía más rápido. Desde ahí es donde se pronunció Miguel Ángel Malpica:

Imagen

En su perfil personal, Malpica también realiza un pronunciamiento sobre el tema y señala que esta información falsa y sesgada viene desde la misma San Marcos a través de la Oficina de Seguridad y Vigilancia, que envía un file informativo al rector, el rector lo envía al Ministerio del Interior, y ellos asumen la información como cierta luego de presentar un informe, que llega de forma casual a la prensa “interesada” en el tema, y esta la publica.

“Que cada quien sea responsable de sus ideas y por lo tanto de sus actos. Eso es lo que aprendí desde que ingresé a la universidad. Si las expresa y las defiende, no tendrá ni debe tener, ninguna persona, temor de sustentarlas, evaluarlas y corregirlas, y de asumir una militancia. Yo he expresado abiertamente mi posición a favor de las luchas del movimiento estudiantil (he decidido hace mucho tiempo tomar, como diría el padre Gustavo Gutiérrez, «la opción por los pobres») y esas ideas me han llevado a participar de diferentes actividades, desde marchas, plantones, jornadas de prensa, etc., además de tener la dicha de ser representante estudiantil, tanto del Centro de Estudiantes de Filosofía y del Centro Federado de Letras de la UNMSM, cargos dirigenciales a los cuales accedí por el apoyo de las bases y las organizaciones estudiantiles a las cuales pertenecí. Estas fueron: en la Escuela de Filosofía, el frente Sapere Aude, y en la Facultad de Letras, el Frente de Estudiantes Progresistas de Letras – FREPL. Ambas organizaciones siempre han mantenido un constante carácter crítico y contestatario. En pocas y sencillas palabras: siempre nos encargábamos de llamar por su nombre a las atrocidades que cometían las autoridades contra los estudiantes. Como respuesta a esto, siempre nos han respondido con el terruqueo, que ha venido de parte de las autoridades y de organizaciones políticas (para dar un ejemplo, el ex vicepresidente de la FUSM, vacado de su cargo hace poco, abiertamente nos tilda de sacos, término que alude a SL) contrarias a nosotros. Dejé de militar en el FREPL, frente político donde comulgan hasta posiciones anarquistas pero siempre democráticas, el 2018 por diferencias políticas en relación a cómo se estaba llevando el trabajo en Letras. Sapere Aude (alusión a aquella frase kantiana tan importante para la Ilustración), un frente de estudiantes de la Escuela de Filosofía, de distintas tendencias, tales como la filosofía analítica, la teoría crítica, siempre con actitud democrática, viene trabajando con limitaciones. Esas organizaciones fueron las únicas organizaciones políticas en las que he militado tanto en mi vida universitaria como a nivel nacional. Para dejarlo en claro: no milito en ninguna organización o partido político ni mucho menos alguna fachada, ni comulgo ni suscribo la línea política, en ninguna de sus aristas, con la organización con la que se me quiere identificar. Con manzanitas: no milito ni milité en el Movadef ni en ninguna organización fachada del Movadef (por ende, rechazo que el FREPL sea una fachada del Movadef: conozco la historia del FREPL desde sus inicios). He debatido abiertamente con el Movadef y lo seguiré haciendo porque hay una línea bien definida entre mis principios y los de ellos. Soy únicamente integrante del Grupo Pólemos – Investigaciones en Teoría Crítica, grupo de investigación reconocido institucionalmente por el Vicerrectorado de Investigación y Posgrado de la UNMSM y que, sustentando sus premisas teóricas, reconoce tener un carácter teórico – práctico: es decir, bajo la línea de la primera generación de la Escuela de Frankfurt, toda teoría tiene un correlato y una convocatoria de la práctica. Sobre las acusaciones y difamaciones que vienen de parte de organizaciones políticas contrarias a mi posición militante, no me preocupo. Sé cuales son sus objetivos. Les queda eso, nada más, difamar. Es, sí, lo que publica la prensa lo que afecta a mi familia y a mis amigos más cercanos y es por ellos por quienes escribo este texto.

¿Cómo llega la prensa a publicar, citando al Ministerio del Interior, estas mentiras? Lo voy a resumir de manera rápida y concreta, partiendo desde la raíz (a), que es la Oficina de Seguridad y Vigilancia de la UNMSM, dirigida por el ex coronel de la policía Efraín Barragán: 1. Esta oficina tiene entre sus tareas principales hacer seguimiento a los estudiantes y sobre todo a los representantes estudiantiles, 2. Para ese seguimiento, se centra en las cabezas y los identifica a través de informes que contienen una fotografía y una descripción breve. Por ejemplo: «Perico Palotes, Escuela de Genética, Integrante del Colectivo Miguel Grau, órgano generado de la OT – SL», 3. Ese informe, que no contiene pruebas o documentación que sustenten la descripción de la fotografía, es enviado al Rector de manera directa con el sello de RESERVADO, 4. El Rector envía dicho informe al Ministerio del Interior y, de acuerdo a ciertos contextos, el informe se filtra a la prensa pequeña y mediana (el año pasado, cuando dirigí como Secretario General del Centro Federado de Letras un proceso de lucha, un informe de la Oficina de Seguridad y Vigilancia sobre mi persona se filtró, llegando al portal El Manifiesto, donde se publicó. De este caso, cabe resaltar que ese mismo informe, donde solo había una descripción breve, que se adjuntaba a mi nombre, de pertenecer a un organismo generado de SL, fue publicado por la página oficial de Letras Sí, organización política del Decano, afirmando como verdad ese informe, con el claro objetivo de estigmatizar), 5. El Ministerio del Interior, muy inteligentes y empeñosos, toma el informe y los adjunta en un informe mayor sobre la situación de la UNMSM y los representantes estudiantiles, para así poder dar conferencias de prensa, como las que dió el Ministro Morán recientemente por ejemplo, informando que ha encontrado infiltración del Movadef en la UNMSM y en las luchas de los estudiantes y 6. La prensa grande, de poder mediático, toma estos informes, citando institucionalmente al Ministerio del Interior (qué prestigio, qué trabajo), y elabora sus contenidos. Así lo ha hecho hoy Perú21.pe y Panamericana Televisión. En ningún momento han pedido pruebas de lo afirmado o han investigado. En esta cadena de informes, que nace de la Oficina de Seguridad y Vigilancia de la UNMSM, que debe encargarse de la seguridad de la comunidad universitaria, y termina en la prensa, pasando por el Ministerio del Interior, se forma una «verdad institucional», que sustenta de mejor manera, aparentemente, el terruqueo. Queda claro que la Oficina de Seguridad y Vigilancia tiene la tarea, al estilo de los diarios chicha, de crear e inventar informes, para enviarselos a quien los requiera y así terruquee, estigmatice y difame, bajo el amparo de un informe supuestamente fiable. De esto se ampara ¡el Ministerio del Interior! Yo no tengo miedo de expresar abiertamente mis ideas, de sustentarlas y defenderlas. Para ello solo tengo como única arma mi palabra, mi trayectoria y mi compromiso. Y utilizaré esa arma para siempre remarcar mi posición, para decir esto es lo que pienso y esto es, por lo tanto, lo que no pienso, con lo que discrepo, critico y denuncio. Quieren destrozarme, no lo harán.

PD: Me recomendaron entre mandar una carta notarial y no publicar nada por el momento, esperando la rectificación del diario que publicó esta noticia, o hacer esta publicación y ver luego que se puede hacer legalmente, porque es muy probable (y recién se han comunicado conmigo los de Perú21, cuando comenté dicha publicación) que ahora quieran publicar «ambas partes y mis descargos» y así no publiquen una rectificación. Han mentido. Han difamado. ¡No investigan! En redes han utilizado mi apellido y mis nombres con adjetivos duros. Lo han publicado en su versión impresa. Y lo han dicho a través de la televisión. Ya está hecho. Ellos han hablado. Yo no puedo quedarme callado ni un minuto más.

(a) Tengo documentación que verifica ello”.

Como vemos en el titular de la nota de Perú21, a través de la apelación a un interés por San Marcos y la legítima protesta (“manchan”) intentan asociar la toma con el terrorismo (“Movadef”), que es lo que siempre hace el Estado, desde el Ministerio del Interior, para criminalizar a quienes lideran las expresiones de lucha de los movimientos sociales, en este caso, del movimiento estudiantil, seguidos por medios con intereses abiertamente en contra de estas luchas.

En ese sentido, lo que hace Panamericana Televisión es aún peor, pues muestra los rostros de los jóvenes en un video, asume que son filoterroristas y construye una narrativa del terror utilizando imágenes del pasado y comentarios fuera de contexto de gente ajena a la realidad sanmarquina.

Esta situación no solo pone en peligro la vida y la integridad de personas que son acusadas de un delito que no se ha probado ni investigado, sino que también contribuye a reforzar el estigma de los estudiantes de San Marcos. Lo que hace un estigma sobre una colectividad es generar odio hacia ella, la finalidad del estigma sirve para quitarle agencia, posibilidades de defensa, herramientas para protegerse de los ataques, y finalmente la deshumanización, con lo que son pasibles de que se les violen todos sus derechos.

No son novedad este tipo de titulares ni seudoreportajes de investigación en donde la prensa, de forma irresponsable, mancha la imagen de estudiantes, o de todos aquellos que se oponen a los intereses empresariales de los medios de comunicación.

La imagen puede contener: una o varias personas