José Alejandro Graña Miró Quesada y Hernando Alejandro Graña Acuña, altos directivos de la empresa Graña y Montero, seguirán cumpliendo la prisión preventiva por 18 meses que ordenó el juez Richard Concepción Carhuancho en el penal de Piedras Gordas. El Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional declaró infundados los pedidos de cese de prisión preventiva por comparecencia simple que solicitaron ambos personajes, a diferencia de la Primera Sala de Apelaciones que ya liberó a Fernando Camet de JJ Constructores, José Castillo Dibós de ICCGSA y Gonzalo Ferraro de GyM.

Graña Miró Quesada era Presidente del Directorio y Graña Acuña era miembro del Directorio. Hoy, en comunicado de la empresa constructora, señalaron que ambos directivos han renunciado a sus cargos junto con el gerente general corporativo Mario Alvarado Pflucker, quien daba la cara por la empresa señalando que habían sido estafados por Odebrecht. De esta forma intentan renovar la imagen deteriorada por los casos de corrupción de los que se le acusa.

Aunque en la solicitud de cese que presentaron hace una semana, señalaban que ya habían renunciado para poder acceder a la comparecencia simple, recién el 28 de febrero Graña y Montero anuncia la renuncia, señalando, en su nota de prensa, que “se reconoció el gesto de los 3 ejecutivos quienes han puesto por delante el desarrollo de la empresa y sus colaboradores y accionistas sobre sus propios intereses, por lo que el Directorio en pleno les expresó su reconocimiento y gratitud”.

Graña y Montero formaba parte del consorcio Conirsa, junto con Odebrecht, ICCGSA y JJC Contratistas Generales, quienes ganaron la licitación para construir los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur. Este concurso fue ganado, según declaraciones de Jorge Barata, gracias a la coima que le dieron al expresidente Alejandro Toledo, quien tiene orden de captura, añadiendo que todas las empresas consorciadas sabían de estos pagos.

A pesar de señalar que “a lo largo de sus 83 años Graña y Montero ha demostrado, a través de sus acciones, ser una empresa honesta, íntegra y transparente” y que “la conducta inaceptable que se le pretende imputar es completamente ajena a sus valores empresariales”, los procesos por corrupción, en modo de colusión en el caso de Graña Miró Quesada, y lavado de activos en el caso de Graña Acuña, continuarán.

Puede leer las dos resoluciones aquí y aquí.