Confesiones brasileñas parecen colocar a varios políticos en la puerta de una cárcel. Unos se defienden como pueden, otros niegan todo vínculo, pero declaraciones tienen más brillo que el sol de Copacabana, difícil de tapar hasta con veinte dedos.

Una semana nada santa han vivido diferentes agrupaciones políticas, más conocidas por sus ideologías: aprismo, toledismo, fujimorismo, humalismo, pepecismo. En fin. En todas ocurrió un sismo. El epicentro fue Curitiba, Brasil, en donde el equipo especial del Ministerio Público peruano recoge uno a uno, día tras día, la confesión de los colaboradores eficaces en el caso más sonado de la región: Lava Jato.

El 18 y 19 de febrero las declaraciones de Marcos de Queiroz Grillo y Sergio Nogueira Panicali (íntimamente vinculados a la empresa brasileña) confirmaron avances de las investigaciones y sospechas de fiscales peruanos. Puede leer más detalles en este informe.

Lo que ya se sabía (Imagen: Edición Mano Alzada)

Pero no solo de 45 millones de dólares en sobornos y contratos simulados vive cierta clase política peruana; al interior de las agrupaciones políticas el asombro es total por las confesiones de los colaboradores eficaces brasileños. No tanto porque quizás no sabían, sino porque todos los peruanos ahora lo están sabiendo; apoyos, acuerdos, pago de favores, entre otros.

Negándolo todo (Imagen: Edición Mano Alzada)

Dinero que sigue saliendo

Igor Braga Vasconcelos Cruz, exfuncionario de Odebrecht, confirmó el pago de 4 millones de dólares al exgobernador regional del Callao, Félix Moreno, por la construcción de la Costa Verde (Callao), confirmó las investigaciones y los entrampados en los que estaba envuelto el ahora prófugo. Una obra que, antes de ser licitada, costaba 284 millones de soles y misteriosamente, luego de un supuesto acuerdo con la constructora, el presupuesto llegó hasta los 313 millones.

La repartición del monto, según investigaciones fiscales, fue: 2 millones 600 mil dólares a Félix Moreno, quien le daría 2 millones a Luis Favre, su asesor de campaña, y 1 millón 400 mil al empresario Gil Shavit quien acordó con Odebrecht la construcción de la obra.

Al día siguiente…

El pasado 21 de febrero entró en escena otro tenor a cantar varios nombres y montos: Luiz da Rocha Soares, extesorero internacional de Odebrecht, quien confirmó el pago de 500 mil dólares a Keiko Fujimori (a eso habrá que añadirle el “aumentar 500…”) y más de un millón de dólares a Ollanta Humala para sus respectivas campañas en el 2011.

Ambos candidatos fueron favorecidos por ODB (Imagen: Edición Mano Alzada)

También salió el nombre del exárbitro de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Horacio Cánepa, quien recibió de la empresa (vía la ‘offshore’ Maxcrane Finance, constituida en Panamá) 3 millones de dólares por favorecer en los procesos arbitrales a la empresa brasileña contra el Perú.

La información que se manejaba de Cánepa era que había fallado a favor de Odebrecht en 16 de los 19 laudos arbitrales (entre 2009 y 2015). Estos corresponderían a su participación en IIRSA Norte, tramo 3 de IIRSA Sur y la carretera Callejón de Huaylas-Chacas-San Luis. Cánepa recibió, por tales favores, 1 millón 442 mil dólares.

Rocha Soares continuó lanzando nombres; a Miguel Atala, vicepresidente de PetroPerú durante el segundo gobierno de Alan García, se le pagó 1 millón 300 mil dólares por un contrato ficticio. Además, prometió entregar los contratos (en la Banca Privada de Andorra) que justificaban las cuentas a favor del mencionado Cánepa, de Jorge Cuba (viceministro de Comunicaciones del Ministerio de Transportes en el segundo gobierno de García), de Mariella Huerta y Edwin Luyo (exmiembros del comité de licitación del Metro de Lima), de Gabriel Prado (exgerente de la Municipalidad de Lima) y de Rómulo Peñaranda (de Alpha Consult) encargado de la supervisión de la carretera Interoceánica Sur.

Pero, ¿Cómo podía entrar tanto dinero? Rocha Soares confesó que, por medio del operador financiero externo de la “caja 2”, Olivio Rodrigues Junior, se traspasaron más de 29 millones de dólares a las cuentas de Construmaq S.A.C y Cementerio Centrales, compañías de Gonzalo Monteverde. Así la constructora disponía de ‘cash’ para que Jorge Barata disponga qué hacer.

Y por si quedara alguna duda, el extesorero de la constructora brasileña dijo haberse reunido dos veces con Monteverde; una en Perú y otra en Panamá para coordinar algunos detalles de estas transferencias.

La respuesta de los diferentes abogados de los mencionados fue negar todo lo que había declarado Rocha; inexactitud de cantidades y fechas. Otros, en algunos casos, mencionaron que tienen otras pruebas que luego se presentarían en Lima.

Más, más, más…

Como no podía ser de otra manera, el exgerente de Relaciones Internacionales de la constructora brasileña, Raymundo Trindade Serra, reveló (el 22 de febrero) nombres y cantidades de dinero durante las diez horas que declaro frente a los fiscales peruanos.

Así tenemos que se abonó a la campaña presidencial de Lourdes Flores Nano (2006) con 50 mil dólares. Luego a su campaña municipal de Lima (2010) con 200 mil dólares. Ese mismo 2010, se desembolsó 20 mil dólares a Jorge Acurio Tito, en su carrera por el sillón regional del Cusco.

Se pudo invertir mejor ese dinero (Imagen: Edición Mano Alzada)

Habiendo trabajado más de 20 años en Perú, Trindade confirmó que sabía la existencia del ‘Club de la Construcción’ y que estos operaban desde el año 1996, aproximadamente. Se topó con ellos por las quejas que presentaron varios empresarios que no pudieron licitar con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Los encargados de operar este ‘club’ fueron Carlos García (en el MTC) y Rodolfo Prialé de la Peña.

Un apunte muy importante hecho por el exgerente de Odebrecht fue corroborar la versión de Rocha Soares; fue él mismo, Trindade, quien acompañó a Jorge Barata en dos reuniones que tuvo con Ollanta Humala y Nadine Heredia, en Miraflores, Lima.

“El testigo refirió que el pago se habría hecho en dos oportunidades en el departamento de Ollanta Humala, que en efecto se hicieron dos pagos, pues acompañó a Barata a las reuniones y vio que este llevaba maletines o bultos y que salió sin nada”, declaró el fiscal Juárez Atoche.

Y eso que falta Barata

Dicen que no es un delito recibir aportes durante las campañas para alcaldías, sillones en el Congreso o hasta la presidencia de la república. Pero ya son millones de peruanos y peruanas quienes cuestionan y especulan en cómo casi todos estos políticos consiguen favores de empresas privadas; las mismas que, al tener a su ‘galgo ganador’ revestido de poder, obtienen millonarios contratos con el Estado.

Esperemos hasta la quincena de marzo para descubrir lo que Jorge Barata revelará. Prepárense.