La cadena de noticias BBC le dedicó un extenso reportaje a María Alvarado Trujillo, conocida como la Pastorita Huaracina, la artista de origen andino difundió la cultura peruana en el mundo.

El reportaje cuenta la historia de cómo nació la relación de la Pastorita Huaracina con Corea del Norte. Entre fines de 1981 e inicios de 1982 dos funcionarios de la oficina comercial de Pyongyang en Perú llegaron a la casa de María Alvarado, hablaron con dificultad español y la invitaron al Festival de la Amistad de Corea del Norte donde celebrarían el cumpleaños de Kim il-Sung, el primer y único líder que había tenido el país hasta entonces.

Luz Romero Alvarado, hija de María Alvarado, cuenta que los funcionarios le dejaron textos coreanos para que aprenda las palabras básicas del idioma. Después le enviaron las canciones que cantaría en el festival, así cerraron el trato de su participación.

Foto de la BBC

La cantante folclórica no ejercía participaciones políticas o apoyaba alguna ideológica, sin embargo, muchas de sus canciones tenían contenido político. Una de sus canciones, “Laguna de Patarcocha”, compara a una laguna que se está secando por culpa de la minería con un amor ingrato que se acaba por el dinero, cuenta su hija.

Su hija sostiene que los coreanos la eligieron porque la Pastorita Huaracina se identificaba con las luchas populares y era una artista del pueblo. El primer viaje de la artista duró casi dos meses porque incluyó una gira por los países del bloque socialista (Alemania del Este, Rusia y China) y las presentaciones no fueron remuneradas, sin embargo, cubrieron los pasajes y la hospedaron en el mejor hotel de Pyongyang.

María Alvarado Trujillo viajó a Corea del Norte otras seis veces hasta 1988, en cada visita era recibida por las más importantes autoridades del país con flores y presentes, relata un artículo de El Comercio.

Foto de la BBC

La cantante fallece en mayo del 2001, su hija, Luz Romero Alvarado, relata que funcionarios norcoreanos llegaron a su casa para darle las condolencias. “Me dieron el pésame muy tristes. Me abrazaron, lloraron y grabaron todo. Sus recuerdos, la casa, la cuadra, hasta las mascotas que había dejado mi mamá”, cuenta Romero.