La congresista Rocío Silva Santisteban, presentó el Proyecto de Ley N° 7575/2020-CR “Ley de fomento de Nuevas Masculinidades para la Igualdad de Género” cuyo principal objetivo es combatir el machismo desde los propios varones. En efecto, con el propósito de contribuir a la superación de las desigualdades de género, el PL propone lineamientos para la promoción de nuevas masculinidades con el fin de construir relaciones igualitarias entre varones y mujeres.

Si el machismo es un conjunto de creencias, actitudes, valores y conductas que ejercen dominio, superioridad frente a las mujeres, una de las maneras de combatirlo, es difundir nuevas prácticas y valores entre los hombres para descubrir que no necesitan demostrar su valía a través del machismo. La iniciativa legislativa contribuirá a la prevención de la violencia de género y facilitará la optimización de los recursos en cada institución pública vinculada a la promoción de las nuevas masculinidades.

¿Qué son las nuevas masculinidades? Pues un modelo de masculinidad alternativo al machismo. Precisamente, el PL promueve que los hombres se comprometan con el logro de la igualdad de género, que se relacionen de forma no violenta, que compartan las tareas del hogar y el cuidado; respetan la libertad y diversidad sexual; demuestren interés por su salud y autocuidado; y que contribuyen, desde su vida personal y pública, a la reducción de las brechas de género. La promoción de nuevas masculinidades para afirmar la igualdad de género es de interés público y acción prioritaria del Estado en todos sus niveles.

Por todo lo expuesto, el PL contribuye a que los propios hombres, capaces de mantener lazos sociales de afecto y amistad más sólidos, tanto con mujeres como con hombres, así como con sus hijas e hijos, contribuyan a una ampliación de su salud mental, fortalezcan sus lazos comunitarios, puesto que se incentiva la cooperación y la solidaridad antes que la competitividad entre varones tan típicamente masculina en el modelo machista.

La propuesta de ley cobra relevancia porque no irroga gastos al Estado (su aplicación se enmarca en las disposiciones presupuestales existentes).