El Colegio de Obstetras del Perú advirtió al Ministerio de Salud que suspender los servicios de salud sexual y reproductiva al inicio de la pandemia de COVID-19 era un riesgo la salud materna. 

La decana nacional del Colegio de Obstetras del Perú (COP), Margarita Pérez Silva, expresó su preocupación por las muertes maternas registradas en el año 2020, que presentan un incremento de 42,4 % con relación al año anterior, al pasar de 302 a 430 muertes maternas, según el reporte del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsa); siendo este uno de los indicadores sanitarios que más claramente evidencia la exclusión social, el limitado acceso a los servicios sociales y de salud, la inequidad de género para la toma de decisiones, el poco respeto a los derechos humanos.

El 2020 se vio marcado por la pandemia de la COVID-19, que obligó a los gobiernos del mundo a tomar una serie de medidas para mitigar la ola de contagios. Una de las medidas decretadas por el Gobierno peruano al inicio de la pandemia, a través del Minsa, fue la suspensión de la atención en los establecimientos de salud del primer nivel de atención y centros maternos infantiles.

Esta medida afectó a miles de gestantes en todo el país, que vieron restringidos los servicios de salud sexual y reproductiva, principalmente, la atención prenatal, que es fundamental para detectar oportunamente cualquier complicación que se presente en el embarazo y así evitar una muerte materna.

Pérez Silva informa que, en representación del COP, de manera reiterada, advirtió a las autoridades del Minsa sobre el riesgo de suspender este servicio y solicitó el restablecimiento del mismo.

“El número tan elevado de muertes maternas registradas en 2020 significa un retroceso para la salud materna, pues es el más alto de los últimos diez años y evidencia las malas decisiones del Gobierno durante la emergencia sanitaria, en la que la atención materna y de salud sexual y reproductiva ha sido invisibilizada y no ha sido priorizada”, sostiene.

Muertes maternas y COVID-19

De las 430 muertes maternas, 63 presentaron diagnóstico positivo de COVID-19 y de estas más de la mitad se registraron en los departamentos de Lima, La Libertad y Loreto.

Ante el aumento de casos de gestantes infectadas y el incremento de muertes maternas, el COP planteó al Estado tomar medidas urgentes y priorizar la salud materna, con acciones destinadas a prevenir o manejar adecuadamente las complicaciones que pueden derivar de los embarazos, con un mayor seguimiento a gestantes en el primer nivel de atención, mayor contratación de obstetras para cubrir la brecha existente y brinden atención especializada y diferenciada en las áreas COVID-19 y no COVID-19, inclusión de obstetras en UCI, fortalecimiento del sistema de referencias, implementación de casas de espera en todo el país

Así también, pone a disposición a sus expertos, para que continúen trabajando en bien de la salud sexual y reproductiva de la población, en especial de la salud materna, teniendo en cuenta que uno de los grandes retos del milenio es la disminución de la mortalidad materna en el país.