Antes de que nuestro país conociera a la Covid-19, desaparecían 5 mujeres al día, ahora, en plena llegada de la segunda ola de la pandemia, la cifra se ha elevado a 15 desaparecidas diarias. Hasta la fecha, más de 35 mil mujeres ha desaparecido desde el año 2018, según el esperado y reclamado Registro Oficial del Sistema Nacional de Búsqueda.
La desaparición de mujeres y niñas está vinculada al feminicidio, a la violencia sexual y a la trata de personas. Por ello, el Estado debe implementar medidas que garanticen la erradicación de las causas que originan las relaciones desiguales de poder y en consecuencia la violencia de género.
Es realmente doloroso saber que la primera respuesta que el Estado les da a los familiares que denuncian la desaparición de una hija/madre/nieta es ofensiva, tanto la policía como la fiscalía ha tenido, en múltiples casos, la desvergüenza de presumir que aquellas mujeres se marcharon de sus hogares por voluntad propia. Según cifras de la Defensoría del Pueblo, un 18 % de las desapariciones terminó en feminicidio. Probablemente debido a una falta de búsqueda inmediata.
A inicios del año 2020, se aprobó el Protocolo Interinstitucional de Atención de Casos de Desaparición de Personas en Situación de Vulnerabilidad y Otros Casos de Desaparición, elaborado con el apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, estableciendo que, ante una denuncia de desaparición, la policía debe recibir la denuncia de manera inmediata, buscar indicios, hacer la geolocalización, el rastreo de las zonas por donde la víctima transitaba comúnmente; sin embargo, esto sigue quedando en papel muerto.
Por otro lado, es necesario que las autoridades que se encargan de las investigaciones de los casos sean capacitadas en perspectiva de género, ya que somos las mujeres víctimas mayoritarias de este delito. No sin mencionar la interseccionalidad que puede generar factores de vulnerabilidad como la edad, la raza, la posición económica, entre otros.
En lo que va del año, 4052 mujeres han sido reportadas como desaparecidas, de ellas 2894 eran niñas y adolescentes, todas ellas, víctimas de esa otra pandemia llamada violencia machista. Mientras exista tolerancia ante el abuso de poder, seguiremos teniendo una reacción cada vez más violenta y cruel de parte del mandato patriarcal, ya que el mensaje es claro: se desaparece o se mata a una mujer para aterrorizar a todas las demás.
Solo un familiar o amigo cercano de una desaparecida, puede entender el sufrimiento generado por la incertidumbre de no tener la certeza de poder encontrar a su familiar viva o muerta.
No seamos indiferentes, difundamos canales de denuncia e información. Seamos parte de redes de apoyo a familiares de desaparecidas. En este país no estamos seguras, mañana la desaparecida puedes ser tú.
Si desconoces el paradero de algún familiar, puedes ir a la comisaría más cercana, ya no debes esperar más de 24 horas para denunciar una desaparición. Puedes llamar a la línea gratuita 114. También puedes comunicarte con el Departamento de Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la PNP al número 431-8140/ 330-7068/ 942072845.