El presidente Pedro Castillo sorprendió a todos, menos a Vladimir Cerrón, al elegir como Primer Ministro al congresista por Cusco Guido Bellido, quien ha tenido lamentables declaraciones cuando ha sido entrevistado en tiempo de elecciones, y además ha realizado innumerables publicaciones homofóbicas y misóginas en sus redes sociales.

Un primer ministro debe tener la talla moral que lo haga manejar al equipo que llevará las riendas del país, pero en el caso de Bellido ha demostrado despreciar profundamente a la comunidad LGTBI del Perú, y no ha dudado en hacerlo público.

El primer ministro también ha señalado que en Cuba se vive en democracia.

Compartió el bulo de que un militante de Perú Libre había muerto por el ataque de los fujimoristas al plantón frente al JNE, y no lo borró a pesar de que se descubrió que era una mentira, que Zacarías Meneses había muerto por cirrosis en el hospital donde estuvo internado varios días antes del ataque.

Solo falta mencionar la investigación que le abrió la Fiscalía por presuntamente hacer apología al terrorismo. Cero puntos.

Imagen