La Pontificia Universidad Católica del Perú inició un procedimiento disciplinario contra representantes estudiantiles del Centro Federado de Estudios Generales Letras por compartir un post en donde se brindaba información sobre aborto.

Según la PUCP, “la expedición de informes sobre la prescripción o experimentación de medicamentos o productos destinados al tratamiento de enfermedades, son atribución del ejercicio profesional de la medicina” y que “es en este contexto que la Secretaría Técnica de Procedimientos Disciplinarios ha actuado en cumplimiento de sus funciones, ordenando el retiro de la publicación, pues induce al uso de un medicamento que puede exponer al peligro a estudiantes y generar un daño a su integridad”.

Es extraño que la PUCP manifieste que los informes sobre prescripción médica solo los pueden difundir profesionales de la medicina, siendo el uso de misoprostol público y avalado por la Organización Mundial de la Salud, así como otros medicamentos. Es más, el derecho a la información sobre el uso de medicamentos, de fuentes científicas, permite que una persona pueda tomar decisiones más acertadas y menos riesgosas sobre estos.

Asimismo, difundir información científica sobre un medicamento no induce a su uso de ninguna manera, sino que da la posibilidad de un mejor uso de este. Al parecer, no hay una verdadera intención de cumplir con la ley o de prevenir algún tipo de afectación a la salud, sino de censurar la posibilidad de que se hable de aborto en las aulas universitarias, contradiciéndose esta decisión con los fines de las universidades, que es ser espacios de debate y reflexión sobre todos los temas y problemáticas que atañen a la ciudadanía.

Al respecto, la Federación de Estudiantes de la PUCP respaldó a las representantes estudiantiles del Centro Federado “frente a la persecución de parte de las autoridades”.

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