Escribe: Fernando Vílchez

Va a pasar una semana desde que Mayra Couto anunciara el premio que ha recibido para hacer el piloto de su serie ‘Mi cuerpa, mis reglas’ y la violencia y acoso contra ella no cesan. A diferencia de las miles de personas que han opinado sobre el tema, yo he tenido la suerte de haber leído el guion hace buen tiempo. Y desde Bergman was right Films, la empresa productora que llevamos Anaísa Pereyra y yo, hemos apoyado a Mayra desde el inicio porque nos parece que tiene un SÚPER proyecto.

Así que me concedo estas líneas para ofrecer más información sobre este tema. Un rápido adelanto: De los 75 mil soles de su premio, Mayra no recibirá NI UN SOLO SOL.

Son varias las opiniones vertidas estos días. Intentaré resumirlas en cuatro frases que se repiten constantemente, sea por desconocimiento, sea por pura violencia.

La primera: “Mientras otros sufren, ella recibe 75 mil soles por ser famosa y promover la ideología de género”.

No, pues. Las ayudas del Ministerio de Cultura existen desde hace muchísimos años y en el sector audiovisual alientan la producción de cortos, largometrajes y pilotos de serie de todos los géneros (ficción, documental, experimental, animación, etc.). Y a estos concursos se puede presentar cualquier persona con cualquier tema.

Han ganado realizadores/as completamente anónimos, que buscaban producir sus primeros proyectos. Y han ganado nombres más conocidos. Han ganado obras que buscan que la sociedad no cambie, que son puro status quo, que no cuestionan nada (eso también es ideología). Y han ganado proyectos como el de Mayra que tiene un fondo más crítico.

Hay que trabajar mucho para preparar un buen proyecto. Jurados independientes designados públicamente evalúan la calidad artística y la viabilidad. El premio no es un regalo a dedo. Y luego del rodaje el Estado revisa tooooodas las facturas.

El dinero no va, pues, a los caprichos del/la creadora del proyecto.

Segunda frase: “La gente necesita oxígeno y ella recibiendo semejante dinero”.

Sí, la gente está pasándola muy mal, sin duda. Lo dice alguien que lo ha pasado muy mal, ingreso al hospital incluido. Y por eso mismo defiendo la importancia actual de estos premios.

Soy de los que creen que para luchar contra este mal momento necesitamos consolidar un sistema eficiente de salud pública. Además de eso, también creo que necesitamos bonos y trabajo para todas las familias posibles.

¿Un piloto de serie genera trabajo? Veamos:

Esos 75 mil soles recibidos son ESTRICTAMENTE para pagar el trabajo de guionistas, sonidistas, vestuaristas, directoras de foto y arte, productoras, script, directoras de casting, actrices y actores protagónicos y secundarios, asistentes de cámaras e iluminación, asistentes de producción, maquilladoras, peluqueras, utileras, editoras, diseñadoras de sonido, especialistas en efectos especiales y subtituladoras. Sí, un piloto de serie genera todos esos puestos de trabajo.

Ese dinero también va a personas y empresas que no necesariamente uno identifica como “gente del audiovisual”. Esos 75 mil va también a los honorarios de contadoras, abogadas, empresas de catering, notarías, casas de alquiler, empresas de maquillaje, sastres, choferes, vigilantes, laboratorios para los test de antígenos, estudios de grabación, compañías de transporte y empresas de mensajería. A esto hay que sumar que un monto significativo regresa al Estado en impuestos.

Para que quede claro: de esos 75 mil soles recibidos por el proyecto “Mi cuerpa, mis reglas”, Mayra Couto no va a recibir NI UN SOL (y ya que estamos, yo tampoco). Ese dinero va a cada trabajador/a y, por ende, a sus familias y a las empresas que se benefician de los rodajes.

Tercera frase: “¿A quién le ha ganado Mayra Couto?”

Bueno… no sé si aún queda alguien que no lo sepa, pero además de una célebre actriz, Mayra ha estudiado TV y Nuevos Medios durante varios años en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, en Cuba, uno de los centros más prestigiosos del mundo. Ha empezado a realizar sus primeros cortometrajes. Hablar con ella de series y de películas es estimulante y divertido. Tiene mucha experiencia en el mundo de las series peruanas de TV, sabe lo que funciona y sabe lo que hay que mejorar, dentro y fuera de la pantalla (además ella fue la que me recomendó mi serie favorita del año pasado: Crazy Ex-Girlfriend).

Con todo lo que ha vivido, con toda su experiencia, con las cosas buenas y malas que le han pasado, con los conocimientos que ha adquirido, cómo no confiar en su capacidad de crear una comedia inteligente, algo que no recuerdo haya existido en Perú desde Pataclaun.

Por otro lado este proyecto no lo hace sola. Lo hace con Bergman was right Films, la empresa productora desde donde hemos producido obras que han sido proyectadas, analizadas y discutidas por todas partes. Nuestros trabajos se han visto en decenas de festivales del mundo. Hemos realizado dos cortometrajes que estuvieron compitiendo por el Oso de Oro en la Berlinale. Hemos producido un cortometraje que ganó a Mejor Cortometraje Latinoamericano en Guanajuato (“Paulina”, de Ricardo León). Hemos hecho un documental que nos enorgullece al ser referente cuando se habla del Baguazo (“La espera”). Tenemos el documental con mayor número de espectadores en el cine peruano (“Su nombre es Fujimori”, más de un millón de visionados y sumando).

Y seguimos investigando, apoyando y produciendo nuevos proyectos. Así que, si alguien todavía lo duda, créanme cuando digo que ‘Mi cuerpa, mis reglas’ (capítulo piloto: “Estafada”) es un proyecto valioso. Tenemos confianza completa en la capacidad de Mayra como creadora audiovisual.

Cuarta y última frase (mi favorita): “Deberían cerrar el Ministerio de Cultura, y ya de paso el de la Mujer, no sirven para nada”.

Si alguno de mis contactos piensa eso, que por favor me elimine de su vida.

La producción audiovisual de un país es parte de su cultura. Y la cultura es primordial, al menos para mí. Porque me mantiene despierto y crítico. Me hace cuestionar lo que pasa alrededor y también me da herramientas para disfrutar la belleza de un día cualquiera. La cultura es primordial como expresión artística, para que quede el registro de rostros, testimonios, relatos y sensaciones que pueden construir una historia alternativa a esa Historia oficial que siempre nos querrán imponer.

Hay gente que cree que las personas que nos dedicamos a las actividades culturales somos parte de una élite que vive inmersa en sus ideas, alejada del mundo real. Y no saben que luchamos por pagar cada factura y que el esfuerzo y estrés diario es agotador.

BASTA ya de pensar que si el Estado da estímulos económicos a la cultura es dinero al agua, pero si da dinero a otras industrias eso sí está bien. La cultura es arte, pero también es industria. Y hay muchísimos trabajadores que dependen de estos proyectos.

Si con todo esto sigues pensando que es un horror que ‘Mi cuerpa, mis reglas’ haya recibido un premio, entonces tu problema es el feminismo de Mayra. Tu problema es su activismo. Tu problema tiene mucho de misoginia. Y no es el uso del lenguaje como quieres hacernos creer. Porque todo el mundo habla como quiere, escribe como quiere, llama a sus proyectos como quiere y nunca te has quejado tanto ni has salido en defensa de la RAE. Llorar tanto por la palabra “cuerpa” o “munda” no dice nada de tu uso correcto del lenguaje, pero sí dice mucho de tu vejez prematura.

Y sospecho que tampoco es un problema con la cultura, porque el Ministerio de Cultura ha premiado más de 300 proyectos el año pasado entre el audiovisual, las artes escénicas, la música, la literatura, espacios de cultura, programas de lectura, además de sus funciones habituales con museos, espacios arqueológicos y demás. Pero nada, tú solo a repetir que odias a Mayra Couto. Felizmente, en contraparte, habemos muchas personas que la apreciamos, la queremos y la apoyamos.