Luego del anuncio del estado de emergencia por dos semanas para evitar el contagio del coronavirus en el Perú, algunas empresas han demostrado que no respetan las indicaciones del Ministerio de Trabajo, que señala que no se despedirá a los empleados sino que gozarán de una licencia con goce de haber, ni las indicaciones de los ministros que buscan que no se especule con los precios, y que quienes puedan hacer su trabajo en casa lo hagan desde ahí.

Así, la cadena Cineplanet ha despedido desde el 15 de marzo a varios de sus trabajadores aduciendo que reestructurarán las instalaciones de los cines.

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Por su parte, la línea aérea Latam subió sus pasajes al interior del país al doble e incluso al quíntuple de su precio, perjudicando a todos los que tienen que regresar a sus hogares antes de la paralización del transporte nacional, que será este lunes a las 11.59 pm.

Un pasaje a Juliaca, que costaba cerca de 70 dólares está costando más de 500 dólares, y un pasaje a Piura, que costaba 50 dólares lo estaban vendiendo a más de 100 dólares. De esa forma, la empresa aérea especula con los precios de sus pasajes en un momento en que se necesita la solidaridad de todos los peruanos.

La empresa Backus ha obligado a todos sus trabajadores a asistir a sus puestos de labores señalando que ellos son productores de productos de primera necesidad, cuando el 80% de ellos se dedican a la producción de cerveza, como lo señaló su sindicato.

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La empresa El Comercio ha obligado a trabajar a sus repartidores sin protección alguna contra el contagio, a pesar de estar expuestos permanentemente al contacto con la gente. Según algunos trabajadores, si no van a trabajar serán despedidos.

¿Y el Ministerio de Trabajo?

La Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral, el ente estatal que regula las relaciones laborales en el Perú, señaló que ninguno de sus trabajadores realizaría labores en estos 15 días, así que al ya evidente desabastecimiento de fiscalizadores, que son 50 a nivel nacional, se suma que ninguno estará operativo, mientras las empresas abusan de su poder.