Walter Gutiérrez, el Defensor del Pueblo, tuiteó una serie de opiniones luego de que se difundiera un audio en donde el productor del programa periodístico Cuarto Poder conversa con Alejandro Sánchez, quien alquila la casa en donde se ha visto últimamente al presidente Pedro Castillo entrando fuera de las horas normales de atención en Palacio de Gobierno.

El problema es que los audios no revelan ninguna situación delictiva más allá de un pedido de entrevista, de un favor sobre un reportaje y sobre comida cajamarquina. El lamentable audio, considerado por algunos como una “estafa periodística”, porque no logró su objetivo que era promover la vacancia del presidente, aunque no sirve para mucho, fue tomado por Gutiérrez como un motivo suficiente para despertar de su letargo y exigirle al presidente una serie de acciones.

En el hilo, observamos cómo el Defensor le pide “aclarar de forma urgente” si “Sánchez es asesor o funcionario de facto de su gobierno” y si “las declaraciones del señor Sánchez, en Cuarto Poder, revelarían pedido de favores a cambio de entrevistas y primicias periodísticas, hecho que afectaría gravemente la libertad de prensa y podría constituir ilícitos penales”, todo lo cual no tiene ningún sentido, porque no hay ninguna situación delictiva, ni hay afectación a la libertad de prensa.

La prensa, en nuestro país, sobre todo la “oficial”, sigue prestándose a la vacancia, y ahora se les ha unido el Defensor.