Tras cinco días de la autoproclamación de Jeanine Áñez como presidenta de Bolivia, en total han muerto 15 personas.

Bolivianos y bolivianas, en su mayoría indígenas, continuaron movilizándose exigiendo respeto de la democracia y la renuncia de Jeanine Áñez. Ayer hubo siete muertos por represión en Sacaba, Cochabamba. Algunas víctimas del gobierno fundamentalista de ultraderecha —en teoría de transición— fueron identificadas: Emilio Colque, Juan López, Omar Calle, César Sipe.

La biblia volvió con sangre (Imagen: Internet)

Nelson Cox, representante de la Defensoría del Pueblo en Cochabamba, confirmó a los medios internacionales que las muertes fueron a causa de balazos.

“Condenamos la situación de enfrentamiento que se ha dado por parte de las fuerzas conjuntas, no es posible que, avanzando tanto en la defensa de los derechos humanos, en el respeto a la integridad, la vida y la dignidad humana se tenga que hacer una utilización indiscriminada puesto que han muerto por arma de fuego”, dijo Cox.

¡Justicia! (Imagen: Río Negro)

Ante este panorama, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), expresó su malestar por el “uso desproporcionado de la fuerza militar y policial”.

“Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales”, agregó.

Asimismo, la CIDH aseguró que “el uso indiscriminado de gas lacrimógeno por las fuerzas policiales y militares en Bolivia atentan gravemente a los estándares jurídicos internacionales”.

“El Estado tiene el deber de respetar el derecho humano a la protesta pacífica”, indicó la entidad.

La represión contra la manifestación indígena (Twitter)

En esa misma línea, Humans Right Watch (HRW), entidad de defensa de derechos humanos con sede en Washington, expresó estar de acuerdo con el pedido de organizaciones civiles bolivianas para que la CIDH envíe una comisión “para monitorear la situación”.

José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, frente al accionar de algunas autoridades impuestas por el gobierno boliviano (amenazas de persecuciones a políticos adversarios y procesos judiciales a periodistas), le recordó a la exsenadora las funciones a la que está delimitada.

“Áñez no debe olvidar que asumió el cargo sin un solo voto. Su misión es llamar a elecciones justas a la mayor brevedad”, concluyó Vivanco.

Autoproclamada presidenta Jeanine Áñez (Imagen: Internet)

Pedido boliviano

Distintos ciudadanos y ciudadanas bolivianas que vienen de zonas rurales y se suman a los manifestantes de El Alto, exigen que retorne Evo Morales como presidente. Aseguraron que el nuevo régimen ha ejecutado un golpe de Estado racista que pone en peligro todo lo avanzado en la administración de Morales.

Rompe relaciones internacionales

Como si no fuera poco, la autoproclamada presidenta boliviana, Jeanine Añez, manifestó que desde su régimen se romperán relaciones con los principales países aliados de su antecesor Evo Morales: Cuba y Venezuela.

Karen Longaric, actual canciller boliviana, aseguró a la prensa que serían alrededor de unos 725 ciudadanos cubanos fueron ‘invitados’ a abandonar el país altiplánico y que retornen a sus países de origen. La mayoría de estos profesionales se desempeñaban en áreas de comunicación y salud.

“He tenido una larga conversación con el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, en términos muy respetuosos, muy amistosos si se quiere, ellos están retirando a 725 ciudadanos cubanos que cumplen funciones de cooperación en diferentes áreas”, señaló a los medios.

Se supo que el nuevo gobierno boliviano cree que Cuba no solo realiza trabajos ligados a la salud y la comunicación, también brindaba asistencia en inteligencia táctica a Evo Morales.

Antes de concretar estas acciones, integrantes de brigadas cubanas que se encontraban en Bolivia fueron capturadas bajo el pretexto de terrorismo; que ellos serían los que motivaban a la ciudadanía boliviana a levantarse contra el nuevo régimen.

Denuncia de captura de brigadistas cubanos
Credenciales de algunos brigadistas capturados

Venezuela no es bienvenida

Longaric anunció que expulsará a todos los funcionarios de la embajada de Venezuela en La Paz, por la ‘’violación de normas diplomáticas’’. Ella cree que se habrían involucrado en asuntos internos.

“Se les dará un plazo para que abandone el país, por haberse involucrado en asuntos internos del Estado, a todo el personal diplomático de la embajada de Venezuela en Bolivia que representa al gobierno del señor Nicolás Maduro”, expresó la canciller partidaria de la mandataria transitoria Jeanine Añez.