El fotógrafo Mario Colán denunció que desde el 2006, hace 15 años, viene siguiendo un proceso judicial, que ha ganado hace dos años, contra la Corporación Pamer, que se niega hasta el momento a pagarle una deuda por servicios prestados mientras trabajaba para ellos.

Los dueños de la Corporación Pamer, Jorge Martín Paz y Jorge Enrique Paz, y ahora Promotora Los Olivos SAC, tienen una deuda de 42 mil soles con el fotógrafo, y su caso nos demuestra cuán ineficiente puede ser el Poder Judicial para garantizar los derechos laborales de los peruanos.

Colán narra una serie de penurias que ha tenido que atravesar por no contar con ese dinero y el gasto que implica el tener que llevar un juicio por tanto tiempo con una empresa poderosa. Asimismo, señala un subterfugio de la empresa que le ha permitido no cumplir con su deber hasta el momento luego de perder el juicio, afectando la calidad de vida de uno de sus exempleados: no tener cuentas activas en entidades financieras. ¿Cómo es eso posible?

Les compartimos la declaración hecha por Colán contando los detalles del caso.

YA ESTOY HARTO

“En el año 2006 inicié un juicio laboral a la Asociación Educativa PAMER (PAMER ACADEMIAS PAMER COLEGIOS). Hacia el 2008 me fui a estudiar al extranjero y me ausenté de Lima por 5 años. En ese lapso dejé a mi padre un Poder Absoluto para que se hiciera cargo de todo lo que tenía pendiente, tanto lo legal como financiero en el Perú. Lastimosamente, a dos semanas de mi partida, mi padre moriría de un inesperado infarto. Durante 3 años no pude regresar y el caso, en manos de un abogado, simplemente no se movió. En dicho periodo mi madre enfermó de cáncer y murió en el Hospital Rebagliati a los 2 meses de internamiento. Fueron 7 años de la absoluta NADA en el Poder Judicial del Perú con mi expediente en particular, sin embargo en el caso de 2 colegas que hicieron la demanda con el mismo abogado, lograron sentencias favorables y cobraron su dinero. Yo debo decir, que mientras tanto, pasé periodos de precariedad material muy profundos en Buenos Aires, mientras terminaba becado mis estudios de Cine y de Fotografía de Moda. Si no hubiera sido por la ayuda y consideración de mis maestros y amigos, pues claramente no hubiese tenido ni dónde dormir ni qué comer en algunos momentos en que el trabajo era esquivo. Al regresar a radicar a Perú en el año 2013 cambié de abogado. Mi viejo amigo Esteban Velit, “El Chino”, logró sacar adelante de 2014 a 2019 el caso. Lo hizo avanzar, a pesar de que un juez ordenara volver a contar el dinero (mochando 20 mil soles) que me correspondía y finalmente decidió que las cosas volvieran a foja cero, para OTRA VEZ comenzar el proceso.

En el 2019 la sentencia definitiva (a la que la PAMER no apeló) reconocía que sí había vínculo laboral (cosa ampliamente demostrada por memos, recibos por honorarios, descuentos, horarios de trabajo, cartas de recomendación, papeles de contabilidad para pedir préstamos a bancos, etc). Esta sentencia salió el 4 de setiembre de 2019 y confirmaba una de la NUEVA primera instancia de 2016. A la de 2019 PAMER, repito, no apeló. Lo que yo esperaba en ese momento era poder cobrar y bueno, es lo que sigo esperando. Y a lo que voy con este texto es que en esa larga espera, desde el día UNO de este proceso judicial la vida ha pasado, con sus sus carencias, sus problemas y precariedades que ese dinero hubiera podido ayudar a capear. Mientras que la PAMER, hoy llamada PROMOTORA LOS OLIVOS SAC ha abierto cientos de locales en todo el país y ha generado ingresos anuales millonarios en estos 16 años, YO, el empleado, el trabajador, el individuo, he perdido bastante. ¿Se imaginan cómo me habría ayudado tener ese dinero durante los periodos más álgidos del encierro en la pandemia? Para sobrevivir el 2020 tuve que endeudarme y sí, otra vez, gracias a amigos y familia que vieron que tenia el estudio cerrado, sin dar talleres, sin tomar fotos, sin hacer viajes para grabar vídeos, acá andamos. También he tenido que vender cosas, equipos, lentes, computadoras, reduciendo mi operación a la mínima expresión. Finalmente he tenido que subastar mi trabajo a casi un 30% por debajo del precio regular.

Y yo me pregunto… ¿Qué m* son 42mil soles para PAMER? ¿Por qué la mezquindad con un trabajador que ayudó a crear su negocio de colegios y le dio prestigio a su empresa? Por qué la miseria de dueños y socios que viajan y gastan esos 42 mil soles en w*badas, mientras algunos de sus extrabajadores la pasan como el culo y lo único que reclaman es el reconocimiento material amparado por la ley.

Ante la evasiva de PAMER de cumplir con el pago, mi abogado y yo decidimos que lo lógico era pedir el embargo de sus cuentas, esto en diciembre de 2020. Siendo 28 de setiembre de 2021, adivinen qué… Pues, algunos bancos nos informan que PAMER no tiene cuentas activas en sus entidades financieras. ¿Cómo así? Si yo sé que les pagan a trabajadores actuales a través de Interbank, BCP y Scotiabank? Yo la verdad, amigos, ESTOY HARTO. No porque necesite más o menos el dinero que en otras oportunidades, sino por la tremenda pendejada que esto significa y que es un síntoma de lo mal que funciona la justicia en el país y lo hijos de p* que son los supuestos empresarios exitosos que lucran y crecen a través de la explotación de sus empleados.

Adjunto a este post coloca el documento de embargo y un screenshot de las sentencias de 2016 y 2019 para que sepan que tenemos este juicio ganado hace DOS AÑOS y todavía no pagan.

Sepan “Kike” y “Coco” Paz que el tío con su cartelito de “Genaro Págame” es un chiste frente al roche que se van a comer en medios y que voy a iniciar el día de hoy si no me pagan lo que por ley me corresponde.

Cuento con los que lleguen al final de este texto para que lo repliquen por mil y me ayuden a decir: #PÁGAMEPAMER