A pesar de defender el contrato con Graña y Montero para la construcción de la Vía Expresa Sur días antes, señalando que la empresa habría entrado en un proceso de reestructuración y que tenía una nueva administración, las últimas declaraciones de Jorge Barata hicieron dar marcha atrás al alcalde de Lima, Jorge Muñoz, en sus deseos de entregar esta obra valorizada en 200 millones de dólares.

Según el alcalde, no podían realizar una licitación abierta porque eso significaba un gasto legal que la municipalidad no podía asumir, además de la demora mientras se realizaban estos trámites, pero, al parecer, ahora sí lo podrá asumir, porque no le queda de otra, Graña y Montero está embarrado hasta la cabeza de corrupción.

A Muñoz no le importó las implicancias anteriores de la asociación de Graña y Montero con Odebrecht ni su participación en el Club de la Construcción, para él era “un proyecto necesario para Lima y la gente lo quiere”, y eso era lo más importante.

Pero hoy en la mañana, todo se derrumbó, Muñoz salió a anunciar que ya no se realizará la ampliación de la Vía Expresa hasta la Panamericana Sur debido a las últimas declaraciones de Barata, quien señaló que la empresa peruana pagó parte de las coimas por la Línea 1 del Metro de Lima y los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica Sur.

“A raíz de lo que se ha afirmado, hoy apenas regrese a la oficina voy a enviar una carta a la empresa, diciendo que la intención que se tenía de reactivar el contrato que se tenía en el 2013 va a quedar sin efecto”, manifestó el burgomaestre.