La voz de los que no tenían voz. Gran defensora de los derechos civiles, fue una figura central en la vida estadounidense. Escritora, poeta, conductora de tranvías, en 2011, tres años antes de que falleciera, el presidente Barack Obama le entregó la Medalla de la Libertad.

Maya Angelou nació el 4 de abril de 1928 como Marguerite Annie Johnson en St. Louis, Missouri. Con una vida marcada por la tragedia y la precariedad, a los 7 años fue abusada sexualmente, pudo hacerle frente a la adversidad y lograr aquello que nadie esperaba, que una mujer afrodescendiente pobre se convirtiera en un icono cultural hasta estos días.

Prolífica escritora, con más de 36 obras en su haber, sorprendió a todos con Yo sé por qué canta el pájara enjaulado, que se convirtió rápidamente en best seller y en donde narra la historia de la violación, los cinco años de mudez que le dejó el trauma, sobre el racismo y el sexismo, convirtiéndose en un legado para las generaciones posteriores que también tendrían que enfrentar estas vicisitudes. 

Madre a los 17 años de su único hijo, Guy Johnson, luchó al lado de Martin Luther King y Malcolm X por los derechos civiles de las personas afroamericanas en los 60. Falleció el 28 de mayo de 2014 a los 86 años.

Podemos saber más de su vida en el documental Maya Angelou: And Still I Rise, el título de uno de sus poemas más emblemáticos que está en Netflix:

Y aún así me levanto

Tú puedes escribirme en la historia
con tus amargas, torcidas mentiras,
puedes aventarme al fango
y aún así, como el polvo… me levanto.

¿Mi descaro te molesta?
¿Porqué estás ahí quieto, apesadumbrado?
Porque camino
como si fuera dueña de pozos petroleros
bombeando en la sala de mi casa…

Como lunas y como soles,
con la certeza de las mareas,
como las esperanzas brincando alto,
así… yo me levanto.

¿Me quieres ver destrozada?
cabeza agachada y ojos bajos,
hombros caídos como lágrimas,
debilitados por mi llanto desconsolado.

¿Mi arrogancia te ofende?
No lo tomes tan a pecho,
Porque yo río como si tuviera minas de oro
excavándose en el mismo patio de mi casa.

Puedes dispararme con tus palabras,
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, me levanto.

¿Mi sensualidad te molesta?
¿Surge como una sorpresa
que yo baile como si tuviera diamantes
ahí, donde se encuentran mis muslos?

De las barracas de vergüenza de la historia
yo me levanto
desde el pasado enraizado en dolor
yo me levanto
soy un negro océano, amplio e inquieto,
manando
me extiendo, sobre la marea,
dejando atrás noches de temor, de terror,
me levanto,
a un amanecer maravillosamente claro,
me levanto,
brindado los regalos legados por mis ancestros.
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me levanto.
Me levanto.
Me levanto.