El jueves 27 de febrero a las 6:30 p.m. se realizará una visita guiada de la exposición bio-bibliográfica “Miguelina Acosta. Pensamiento y acción”, una muestra sobre la vida y obra de la primera abogada peruana en litigar, activista anarcosindicalista y feminista, que bajo el ámbito jurídico buscó reivindicar los derechos de las mujeres y la comunidad obrera de su región.

La visita guiada estará a cargo de Joel Rojas, miembro del Grupo de Investigación Pedro Zulen de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Miguelina Acosta Cárdenas (Yurimaguas, 1887- Lima, 1933) creció en el seno de una próspera familia dedicada al transporte fluvial en el Amazonas durante la época del caucho. Gracias a la holgura económica de su familia, viajó a Europa y pudo cursar los niveles básicos de educación.

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A su retorno al Perú presenció, en Yurimaguas, las consecuencias socioeconómicas de la caída de las exportaciones caucheras. Más tarde, se instaló en Lima donde estudió leyes en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), siendo una de las primeras mujeres en ejercer su profesión. Formó parte de la Asociación Pro-Indígena y dirigió, junto a Dora Mayer, la revista La Crítica. A su vez, participó activamente en la organización de sindicatos obreros en Lima y su activismo le costó la libertad por varios meses. Finalmente, Miguelina Acosta falleció en Lima, a los 45 años.

La muestra incorpora objetos personales y documentos de Miguelina Acosta como su máquina de escribir, su inscripción a la UNMSM, su carnet de litigante, la carta que le envió al presidente Augusto B. Leguía y periódicos donde publicó sus artículos. Asimismo, incluye ilustraciones de la artista Shila Alvarado, realizadas especialmente para esta exposición.

En el marco de las actividades por el Bicentenario de la República, la exhibición “Miguelina Acosta. Pensamiento y acción” ofrece un panorama del ejercicio intelectual y político de una mujer invisibilizada por la historia oficial, pero cuyas ideas buscaron incorporar a la región Loreto en el imaginario nacional, y cuestionaron la situación subordinada de las mujeres y el desamparo de la comunidad obrera.

Feminista

Gracias a la semblanza realizada por Elizabeth Caviedes Torres, sabemos más de la actividad feminista de Miguelina Acosta. Acá les dejamos algunos extractos:

“Una vez que terminó sus estudios en la Facultad de Letras, ingresó en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas en donde se graduó en el año de 1920 con la tesis ‘Nuestra institución del matrimonio rebaja la condición jurídica social de la mujer’. Más tarde, obtuvo el grado de doctor con la tesis: ‘Reformas necesarias del código civil común peruano tendientes a hacer efectiva la igualdad civil y jurídica del hombre y la mujer’.

Fue la primera abogada en el Perú que abrió su estudio al público, y ejerció su profesión defendiendo causas obreras y de mujeres. Asimismo, fue presidenta de la Federación de Universitarias Peruanas, que congregaba a estudiantes universitarias y profesionales. Esta federación tenía como objetivo mantener un intercambio intelectual con todas las instituciones femeninas del país y del extranjero, especialmente con las de índole estudiantil. Entre sus propuestas se encontraban generalizar la educación secundaria para las mujeres e incrementar las organizaciones obreras femeninas. Para conseguir este objetivo, se propuso desarrollar un plan de extensión universitaria, organizando comisiones de propaganda y enseñanza.

Estuvo comprometida con las circunstancias de la sociedad de su tiempo. Fue integrante de la Asociación Pro-Indígena y codirigió el semanario La Crítica junto con Dora Mayer entre los años de 1917 a 1919. Aquí también fue redactora y hacían visibles cuestiones que para otros medios escritos quedaban ocultos.

También fue secretaria de las asociaciones feministas Evolución Femenina, Sección femenina de la Liga Agraria y de su anexo El Bazar Nacional. Fue socia honoraria de la Sociedad Labor Feminista y presidenta del Comité femenino Pro-Abaratamiento de las Subsistencias.

Participó en la Conferencia Pan Americana de Mujeres que se llevó a cabo en Lima en 1924, con la ponencia Creación de maestros rurales ambulantes. Formó parte de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad en el Perú.

Estuvo muy cercana al movimiento obrero, sobre todo al anarcosindicalismo. Es así que pronunciaba discursos en las conmemoraciones de las organizaciones obreras, tanto como en las sedes de la Universidad Popular Gonzáles Prada. Fue simpatizante de las ideas anarquistas, ya que estas no solo propugnaban una sociedad más justa, sino que reconocían un papel importante de la mujer en el proceso de transformación que proponían.

Siempre preocupada por la educación y convencida de que con esta se lograría una sociedad más equitativa, defendió una instrucción racionalista y laica para las mujeres. Es por ello que se dirigió a las mujeres obreras, para que cultivaran sus mentes y de ese modo destruyeran la ignorancia, al igual que los prejuicios que obstaculizaban el desarrollo de su papel de formadora de las futuras generaciones. Para tal propósito, decía ella, era necesario que asistieran a los centros donde se impartían los conocimientos que las emanciparían, tales como las universidades populares, de tal modo que adquirieran una cultura integral.

Defendió el derecho de las mujeres al trabajo y a un salario justo, de la misma manera que reflexionó acerca del respeto hacia la mujer tanto en las esfera doméstica como en el ámbito público, declarándose en contra de que las mujeres fueran tuteladas.

Sus ideas indicaban una mente lúcida y progresista, pero por ellas y por ser mujer, tuvo algunas dificultades al ejercer su profesión y se le cerraron algunas puertas. Aún esto no la desalentó y continuó dictando clases en las escuelas de capacitación obrera dirigidas a mujeres, donde también disertaba acerca de los derechos de la mujer. Asimismo, fue profesora de la Universidad Popular Gonzáles Prada en Jauja.

Escribió artículos para diferentes publicaciones, entre ellas La Crítica, en los últimos años de la década de 1910, El Obrero Textil y en Amauta durante la década de 1920. Miguelina Acosta Cárdenas hizo unas precisiones a propósito de la región de Loreto, que José Carlos Mariátegui menciona en el capítulo Regionalismo y Centralismo en su obra 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana.

Esta mujer que creía firmemente en sus principios, falleció el 26 de octubre de 1933. Tuvo una vida muy fructífera y su legado le sobrevive, muchas de las cosas que las mujeres disfrutamos hoy se lo debemos a mujeres que, como ella, supieron luchar aún con las condiciones en contra.

Este es un esbozo de un estudio más amplio sobre Miguelina Acosta Cárdenas. Es importante conocer su obra, ya que no sólo forma parte de la historia social en nuestro país, sino también de la historia de cada una de nosotras, las mujeres”.