Claudia López acaba de hacer historia en Colombia al convertirse en la primera mujer lesbiana en ocupar el más alto puesto de su ciudad, Bogotá, en las elecciones municipales que se realizaron el domingo 27 de octubre.

Y para celebrar su triunfo no dudó en darle un apasionado beso a su pareja, Angélica Lozano, con quien lleva varios años de relación, en la cual han tenido que enfrentar la homofobia institucionalizada a punta de visibilización de sus vidas.

Pero Claudia López no solo es abiertamente lesbiana, también es un símbolo anticorrupción al revelar la connivencia entre política, narcotráfico y paramilitarismo, arriesgando su vida y abanderando la lucha contra la corrupción.

“Terminé descubriendo que había un patrón de votaciones atípicas a favor de ciertos políticos especialmente en el Congreso y (vinculado a) la trayectoria criminal de los paramilitares y la guerrilla en ciertos sitios”.

Ella ha ganado en una ciudad que tradicionalmente ha votado por partidos no tradicionales, pero en donde se han encumbrado solamente élites políticas y las mujeres apenas han alcanzado el 15% de los puestos de poder.

“Bogotá votó para derrotar al machismo y a la homofobia. Que no quepan dudas: el cambio y la igualdad son imparables”.

Su carácter, fuerte y alejado de sutilezas, la ha hecho acreedora de una serie de críticas de una sociedad poco acostumbrada al empoderamiento femenino:

“Yo no voy a enclosetar nada en mi vida. No lo he hecho en 49 años, no voy a empezar ahorita (…) Ser mujer no es un defecto; ser una mujer de carácter, firme, frentera, no es un defecto. Ser gay no es un defecto; ser hija de una familia humilde no es un defecto”.

López, de 49 años y formada en Ciencias Políticas, lideró al Partido Verde llevando en su cartera política la lucha contra la derecha conservadora que intenta frenar los avances progresistas de la ciudad, una de las más abiertas a las políticas de inclusión LGTBI.

“Hoy Bogotá eligió por primera vez a la hija de una familia como la suya, de las familias hechas a pulso, que con amor y tenacidad logran superar día a día todas las dificultades. Que salen adelante trabajando duro, siempre tratando de hacer las cosas bien y confiando en que su trabajo, sus ilusiones, sus impuestos, no se pierdan en la corrupción, la violencia y el abuso”

La nueva alcaldesa no duda en resaltar sus orígenes humildes -es hija de una profesora y un campesino-, su combativo lesbianismo y su innegable compromiso por una Colombia libre de corrupción.