Por qué las “disculpas” de Zaperoko no son verdaderas disculpas

Hemos escuchado el largo video en vivo que los integrantes de la Orquesta Zaperoko realizaron, luego de que los denunciaron por violencia homofóbica contra un joven cuando se encontraban en el aeropuerto Jorge Chávez, y podemos inferir que no entendieron nada y mucho menos fueron asesorados por alguien que supiera del tema, pues lo único que hacen es justificar su lamentable accionar, apoyar al integrante homofóbico y preocuparse por la imagen de la empresa, que en lo mal que se ha podido sentir Antonio Gálvez cuando ocurrieron los hechos. 

Pasaremos a explicar por qué está mal disculparse como lo han hecho:

Era una broma

“No hemos querido ofender a nadie”, “nosotros somos muy bromistas, “jamás quise ofenderlo, faltarle el respeto, ha sido una chacota, una broma”, “en ningún momento he querido mofarme de su inclinación”, “nosotros bromeamos, la gente sabe lo bromista que somos”, “no ha sido con la intención de herirte ni de faltarte el respeto”, “ha sido una palomillada que se ha malinterpretado”, “ha sido una ofensa pero sin la intención de desprestigiarlo, humillarlo”, “no ha habido malicia, era una picardía”.

Estas frases han estado en todo el discurso de los Zaperoko, intentando justificar la homofobia que origina que una persona o varias molesten, incomoden, hostiguen y acosen a otra persona, a la que no necesariamente conocen, con la que no tienen ninguna relación, solo por creer tener el derecho de hacerlo, por querer evidenciar algo que no necesita ser evidenciado

Tengo muchos amigos gays

“Tengo muchos amigos, familiares que son gays”, “tengo amigos personales”, “tengo muchos años en el ambiente artístico, muchos años en la música, rodeado también de muchas amistades gays”, “yo no permitiría que ofendan, tengo familia que es gay”

Las personas homofóbicas creen que, por el simple hecho de tener amigos gays, automáticamente dejan de ser homofóbicos. No, amigos, eso no pasa, ustedes pueden seguir siendo homofóbicos con decenas de amigos gays, incluso pueden ser homosexuales homofóbicos, porque la homofobia también se vive internamente. Tener amigos gays no cambia tu homofobia, intentar pensar en las dificultades que viven, todo lo que sufren por la discriminación, o escuchar sus experiencias, tal vez te haga menos homofóbico algún día. 

Apoyo a los gays

“Todos saben que yo soy un humanitario social ayudando a este tipo de gente”.

Esto tampoco te convierte en una persona gayrfriendly automáticamente, tú puedes despreciar profundamenta a las personas a las que ayudas, creer que se hace por caridad o porque es gente que necesita ayuda más allá de la “normal”. 

La culpa es de él

“Todo por un malentendido del señor”, “yo creo, Antonio, que lo has tomado personal”, “sabemos lo bromista que es, de repente lo ha interpretado mal”, “de repente lo ha tomado a mal”.

Esto es bastante común, en general, los homofóbicos, o racistas, o machistas, creen que hay una sensibilidad especial en las personas que reciben sus ofensas, que unx tiene que tomarlo como lo que creen ellos que es: una broma. Y si no lo tomamos así, entonces somos nosotrxs lxs culpables de lo que estaba pasando. 

Yo no lo permitiría

“Yo no permitiría que mi amigo Sabroso haga bromas homofóbicas”.

Todos hemos visto que estaban ahí la mitad de la banda y ninguno hizo nada por detener la violencia homofóbica de Juan Carlos Paz, se reían, volteaban la cara, o se quedaban en silencio. El acoso es posible por la complicidad de otros, acá te lo explican bien:

“Lo más perturbador de la violencia homofóbica que sufrió el joven Antonio Gálvez es ver cómo los que rodean a Juan Carlos Paz, el homofóbico integrante de la orquesta Zaperoko, se ríen, se burlan o se quedan en silencio frente a lo que está haciendo. Ni uno solo de ellos se anima a callar al tipejo, ni uno solo de ellos le dice: “oye, contrólate”, ninguno de ellos le pide disculpas a Antonio, ninguno de ellos es capaz de comportarse como una persona decente, ninguno de ellos ve la espantosa situación que está viviendo el joven en esos momentos, ninguno es capaz de sentir empatía por alguien que está siendo vulnerado en su amor propio, en su autoestima, porque la violencia homofóbica va dirigida a nuestra esencia como personas, a nuestro propio ser. Y así, miles, millones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes tienen que vivir viendo cómo alrededor la gente no hace nada cuando te violentan y prefieren ser parte del acoso o mirar a otro lado antes que comportarse como seres humanos, antes de darte la mano, antes de abrazarte para que no te lastimen más” (Vero Ferrari).

Apoyo… al agresor

“Así que yo lo apoyo, lo apoyamos en conjunto, estamos con él”. 

¿Quién le ha hecho algo a Juan Carlos Paz para que se sienta víctima? La víctima fue Antonio Gálvez, víctima de la homofobia de Paz. Este sujeto solo está recibiendo el escrache que se merece, y por el cual, va  ayudar mucho en volver a hacer ese tipo de bromas alguna vez en su vida.

Me preocupa… la imagen de la empresa

“Lastimosamente se ha vuelto una noticia perjudicial para nosotros como si nosotros hubiéramos atacado a la persona”.

Pues sí lo atacaron, claro que lo atacaron, fueron violentos con lo que Antonio es, pero los integrantes de Zaperoco están más interesados en la imagen de la empresa que en resarcir de forma adecuada la molestia, la rabia, la frustración que causa la homofobia en las personas que la reciben. En los 20 minutos de transmisión en vivo no hay un verdadero arrepentimiento, un real interés en disculparse con Antonio, hay justificación, victimización de sí mismos y falsedad. 

…

Al final el miembro de Zaperoco llora y todos lo apoyan, algo que no hicieron cuando agredía verbal y psicológicamente a Antonio.

Esas disculpas valen muy poco. 

https://www.facebook.com/OrquestaZaperokodelCallao/videos/1989166291379429/

El dato

La cuenta oficial del Aeropuerto Jorge Chávez lanzó un comunicado en el que señalan rechazar este tipo de comportamientos (hostigamientos homofóbicos) y que deben ser erradicados para construir una sociedad más respetuosa.