Cuando tenía 17 años y estaba en la academia preparándome para ingresar a la universidad, recuerdo que me gustaba mucho una de mis compañeras y con el tiempo nos hicimos amigas, ella trataba siempre de emparejarme con un chico que terminó siendo mi primer enamorado, pero en fin, fue mi primer enamorado a pesar de que yo estaba enamorada de ella, y salíamos los tres juntos, íbamos al cine, a comer, a tomar, a bailar, y yo era feliz cuando estaba con ella y cuando se iba sentía que me quedaba partida en la mitad, y no niego que el chico me gustaba y era buena onda, pero todo el tiempo que estaba con él, sentía que era la mitad de mí la que estaba ahí, y la otra quería irse corriendo a abrazar a mi amiga, a recostarse en sus piernas, a que me hable bajito y con ternura como solía hacerlo, y a que me mire como si me mirara el alma.
El día de San Valentín yo quería pasarla con ella, pero tenía que salir con él. Igual de alguna forma quedamos en encontrarnos, terminamos saliendo nuevamente los tres y pude ser feliz. Yo no sé cómo mi enamorado no se daba cuenta de lo que pasaba conmigo, o tal vez sí y por eso salíamos los tres.
El asunto es que yo no debí pasar por eso, yo debí salir con la persona que amaba desde el primer momento, ella debió darme mi primer beso, a ella debí tomarle de la mano para salir a pasear, con ella debí bailar abrazadas como se bailaban antes las canciones de amor, a ella debí dedicarle todas esas canciones, con ella debí cometer mis primeros errores, con ella debí aprender lo que era el amor y el desamor, pero lo que hizo la sociedad fue orillarme a salir con chicos, amarlos a ellos, acostarme con ellos, para intentar encajar en un mundo en el que no encajaba, para que nadie me diga que lo que sentía por mi amiga era anormal, sucio, perverso, enfermo, para no ver la mirada desaprobadora de mi madre o la de desprecio de mis hermanxs.
Ese amor nuevo, intenso y único que sentía por ella tuve que matarlo yo misma. ¿Saben lo que es matar el amor a los 17 años? Es escindirte y convertirte en otra persona, es actuar como si no pasara nada cuando por dentro estás destrozada, es vivir con un vacío perenne, constante, que disimular día tras día, y ver cómo las lágrimas caen a veces sin entender por qué.
A mí me robaron el amor a los 17 años y se lo siguen robando a miles de mujeres en el Perú, a millones de adolescentes en el mundo, cuando no hablan de esto en los colegios, cuando nos convierten en invisibles para nosotros mismos, cuando no tenemos referentes a los cuales mirar para sentirnos humanos, cuando nos obligan a marchar en las calles por una ordenanza, por una ley, por una política que nos proteja y nos incluya.
El Estado peruano le roba el amor a sus ciudadanas y sus ciudadanos todos los días cuando no se pronuncia sobre nosotrxs, pero sí puede mandar a sus policías a golpearnos. Deseo profundamente que menos adolescentes sean asaltados de esta manera y puedan vivir su primer amor como quieran vivirlo y como deben vivirlo, abiertamente, con felicidad y en libertad.
Feliz día del amor a todxs los que se atreven a vivir su amor, y a los que aún no pueden, resistan, días mejores vendrán.