Una renuncia que estaba prevista. Luego de casi un año y ocho meses como presidente del Perú, y bajo una serie presiones —como manifestó en su último mensaje—, Pedro Pablo Kuczynski renunció y deja en el cargo al Primer Vicepresidente, Martín Vizcarra, quien ya estaría viajando desde Ottawa (Canadá) donde se desempeñaba como embajador.

La situación del (por ahora) Presidente —a falta de la aprobación del Congreso— comenzó en diciembre del año pasado con una moción de vacancia de la cual salió librado y que le permitió celebrar con baile a las afueras de su casa.

“Frente a esta difícil situación y que me hace aparecer como culpable de actos en los que no he participado, pienso que lo mejor para el país es que renuncie a la Presidencia de la República porque no quiero ser un escollo para que nuestra nación encuentre la senda de la unidad y armonía que tanto necesita y que, a mí, me negaron”, fue parte del último discurso de PPK como mandatario rechazando todas las acusaciones en su contra.

Las reacciones congresales fueron inmediatas. La bancada de Nuevo Perú rechazó la renuncia y exhortó a que se continúe con el trámite de la vacancia. “La sensación que tenemos es que el señor Kuczynski vive en una mentira; no hizo ningún reconocimiento de ninguna falta…no tiene muestra de arrepentimiento ni reconoce un solo error y dice que esto es puramente subjetivo”, subrayó la congresista Marisa Glave.  La bancada adelantó que solicitarán impedimento de salida del país para PPK hasta que se aclare el tema de la compra de congresistas.

Por su parte, la bancada oficialista salió a apoyar la decisión. “La irresponsabilidad del Parlamento deja el país a la deriva”, manifestó el congresista Gilbert Violeta, esquivando toda culpa. Asimismo, Juan Sheput, vocero alterno y reconocido defensor de presidentes, declaró: “Considero inaceptable la posición de algunos parlamentarios, sobre todo de la izquierda, que pretenden que el presidente se esté flagelando. La autocrítica (de PPK) vendrá como consecuencia del juicio político que haga la propia historia”.

Como se supo, a dos días del debate de vacancia, una hemorragia de audios y videos fueron expuestos; en ellos se ‘gestionaba’ favores a congresistas para que lo apoyen en lo que era una vacancia inminente. Esto lapidó al mandatario frente a la opinión pública.

Recordemos que, en febrero de este año, la bancada de Nuevo Perú presentó una nueva moción de vacancia que se fundamentaba en las pruebas de la participación directa de PPK en la asesoría financiera asociada a Odebrecht, vía Westfield, y que contradecía su primera versión en la que decía desconocer estas actividades.