Así se pronunciaron las tres excongresistas Marisa Glave, Indira Huilca y Tania Pariona, al enviar una carta al presidente del Congreso actual exigiendo que se precise cuáles son los conceptos abonados a los congresistas y si estos se ajustan a criterios laborales establecidos en las normas vigentes, y de lo contrario que los pagos realizados sean anulados y que quienes lo decidieron sean investigados.

Ello debido al pago efectuado a todos los excongresistas que fueron disueltos en octubre de 2019. La decisión del pago habría sido tomada por la Mesa Directiva presidida por Pedro Olaechea, y su revelación ha generado una ola de rechazo debido a la crisis económica que atraviesa el país y al pésimo desempeño, en contra del país, que tuvieron la mayoría de congresistas cesados.

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Las tres excongresistas señalaron que desde que asumieron su labor parlamentaria no han cobrado ningún bono ni pago que consideraban irregular, como los llamados “bonos por instalación” que para los congresistas de Lima no tienen sentido, siendo un pago fantasma que solo contribuía a inflar los bolsillos de los nuevos congresistas. Así también, las tres rechazaron recibir los bonos por semana de representación mientras laboraban en el Parlamento que fue disuelto.

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