La moda de los debates políticos ha llegado, pero si en uno de estos no se menciona el pasado del contrincante, la tribuna se siente defraudada. Como que le falta algo.

El electorado peruano está acostumbrado —nos mal acostumbraron— a ver debates en donde los candidatos se saquen los ojos, se destripen. A esto habrá que añadir: Político en campaña que no canta ni baila, que ni piense que llegará, en este caso, al Congreso. Ahora, candidato que no come chicharrón, ya fue.

Los que están atentos a los debates quisieran, como mínimo, una burla de uno hacia el otro. Están a la espera de que en algún momento se saquen los trapitos al aire. Se sabe que los políticos —viejos políticos— se conocen entre ellos y la ciudadanía espera que le faciliten el trabajo de ir a la web y buscar el pasado de tal o cual.

Generalidades

Si los actuales debates fuesen un videojuego —una partida de Dota, por ejemplo— el terruqueo sería la principal (o la única) arma de aquella derecha cuyas propuestas no tienen en dónde apoyarse. Algunos solo quieren entrar a la fiesta porque saben que hay comida y trago gratis.

En un universo cercano a esa derecha se encuentran los autodenominados de centro. Que no son más que el resultado de haber calculado lo negativo que puede ser sincero, de desnudar sus intenciones. Equilibristas que usan un denso maquillaje en sus palabras para decir que “todo extremo es malo”. Ni fríos ni calientes, solo quieren caerle bien a todo el mundo y lograr su objetivo: continuar con el modelo que los ha beneficiado.

En la otra esquina se encuentra la izquierda que no está alejada del reguetón de campaña y que continúa colocando a políticos que solo manejan la teoría —sus credenciales lo advierten— de la realidad que pretenden cambiar. Además, bastante han demostrado con sus desacuerdos públicos.

Seguirán los debates en vivo y en directo. Los espacios políticos en televisión y transmisiones en redes sociales saben que los electores ya cuestionan el por qué con tantos candidatos en carrera siguen presentando a los mismos de siempre. ¿Harán algo diferente?

Remember

No esperemos que haya un debate político como el que nos dejó Fernando Olivera frente a Alan García. A pesar de todo, uno de los más entretenidos de los últimos años. Eso fue como un ‘Mortal Kombat’ en vivo con ‘finishim’ incluido.

“…Usted no me es indiferente, doctor García. Usted encarna la impunidad, usted ha pervertido los valores del Perú. Porque tiene que responder por el enriquecimiento ilícito, por el BCCI (Banco Internacional de Crédito y Comercio) y los (aviones) Mirage y el fiscal (Robert) Morgenthau; por su departamento de París; por el dólar MUC (Mercado Único de Cambio); por la Fundación Rayons du Soleil que usted creó en Ginebra, con sede en Liechtenstein (Europa); por el caso Lava Jato y las coimas de Odebrecht; por las coimas del Tren Eléctrico, Sergio Siragusa y las cuentas en Gran Caimán en el Barclay’s Bank; por los crímenes como la masacre de los penales, el comando Rodrígo-Franco; las ofensas a las comunidades nativas y el ‘baguazo’ llamándolos ciudadanos de segunda clase; por la persecución a los maestros; por las colas; por la inflación; por los paquetazos; por todo el daño que le ha hecho al Perú…”.